Hacienda imputa a la empresa tapadera de Carretero 22 millones en ventas ficticias

El exhaustivo análisis que realizó la Agencia Tributaria a las operaciones comerciales de las distintas empresas que conformaban la trama de las facturas falsas, desveló cifras y datos insostenibles en cualquier declaración legítima ante Hacienda. Uno de esos grandes desfases que sirvió para refrendar las sospechas de que algo no funcionaba bien fue el volumen millonario de ventas ficticias que se le imputa a la firma germen del entramado: Carla Javini S. L.

La Agencia Tributaria rastreó los movimientos financieros de esta firma desde el año 2001 a 2004 y confirmó que la mayoría de las ventas que se le achacaban podría ser falsas. Según uno de los informes del organismo dependiente de Hacienda y que forma parte de las diligencias previas del caso, la empresa Carla Javini S. L. aparentemente estaba dedicada a la venta al por mayor de artículos de peletería y marroquinería. En la razón social se reconocía que no tenía actividad de fabricación; por tanto todo lo que vendía debía adquirirlo previamente a proveedores. Pese a ese inconveniente, en cuatro años a Carla Javini S. L. se le imputan compras por valor de 47.866,36 euros; mientras que las ventas alcanzan la abultada cifra de 22.806.046,23 euros.

El desequilibrio contable es imposible de sostener porque la empresa dio servicio sin tener material con qué darlo a tenor de los datos que obran en poder de la Agencia Tributaria. Esto sirvió a los funcionarios encargados de la investigación para confirmar que en «su casi totalidad» las ventas realizadas por esta empresa eran ficticias. Este engaño es la esencia del entramado supuestamente ideado por Carlos Carretero, quien sólo aparece como representante legal en esta firma germen; mientras que utilizó a sus colaboradores para que fueran los responsables, en apariencia, del resto de empresas pantalla creadas para defraudar al fisco.