UNIDOS. Manuel y Rosario en el salón de su casa junto a uno de sus nietos. / R. E.
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Sofocos de verano

Manuel y Rosario conocen por experiencia propia los padecimientos que provoca el calor a las personas mayores

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Cuando se han cumplido una serie de años los extremos se llevan mal. Los médicos te alertan rápido de lo nocivo que son los excesos y te obligan a olvidar el gusto humano y universal por los excesos. Cuando la vida se hace más pausada incluso un cambio en la climatología puede afectar al organismo.

Este es el caso de Manuel Borrego Holgado y Rosario López García, dos vecinos de San Fernando que a los 71 y 68 años respectivamente saben lo que es estar pendiente de la temperatura para evitar males mayores. «Cuando hace mucho calor te baja la tensión, te encuentras como agotado durante todo el día. Te cuesta descansar bien y tienes menos fuerzas, lo que agobia bastante y es fácil que te pongas de mal humor», explica desde la experiencia cotidiana Manuel.

Su mujer tampoco se lleva muy bien con los climas sofocantes por culpa de sus problemas para respirar adecuadamente. «Cada noche me tengo que poner un aparato y una mascarilla que me permite respirar bien cuando duermo. Aunque es bastante incómodo me lo pongo casi todas las noches porque si no al día siguiente me levanto como si no hubiera dormido y con dolores por todo el cuerpo», afirma Rosario.

Sus padecimientos se multiplican en los días y noches calurosos. Unos sufrimientos que a Manuel se le incrementaron después de sufrir un ataque que le paralizó una parte de su cuerpo y le agudizó sus problemas pulmonares. Actualmente, no puede pasar sin medicinas como el Ventolín o el Seretide. «Me sirven para abrir los alvéolos y respirar medio bien aunque haga mucho calor. De todos modos, nuestra casa está llena de ventiladores, aires acondicionados y purificadores de aire para intentar tener un ambiente lo más agradable y limpio posible», comenta Manuel.

Como los años tampoco permiten refrescarse con cualquier bebida, Manuel y Rosario tienen que optar por métodos tradicionales para combatir el calor. «Beber mucha agua y buen gazpacho es lo mejor para estar bien», afirman convencidos.