Rocío Jurado: muerte en directo
Actualizado: GuardarLa gran tonadillera, muy admirada, no pudo vencer el cáncer de páncreas con el que luchó varios años y ayer expiró, con docenas de paparazzi a las puertas de su mansión y un fastuoso despliegue mediático ya preparado desde semanas atrás. La capilla ardiente se instaló en el Centro Cultural de la Villa, en el corazón de Madrid, en el mismo lugar en que fue despedida también Lola Flores, y como es natural la escenografía popular ha sido en este caso muy semejante. Nada hay que objetar, evidentemente, a esta liturgia calurosa ni al homenaje de sus admiradores a la artista, que -gracias al sistema mediático-, fue también paradigma y modelo de conducta para ciertas capas sociales. Sin embargo, bajo el relumbre del mérito y de la fama, ha habido en este asunto, un sustrato detestable de voyeurismo.