España negociará mañana con Senegal la reanudación de las repatriaciones
Los inmigrantes repatriados acusan a Dakar de "traición" y piden que se les pague lo que abonaron por su viaje a nuestro país
MADRID Actualizado: GuardarEl secretario de Estado español de Asuntos Exteriores, Bernardino León, prevé regresar mañana a Dakar, al término de su gira por siete países africanos, para pactar con las autoridades senegalesas las condiciones en que se llevarán a cabo las futuras repatriaciones de inmigrantes desde Canarias tras la petición senegalesa de suspender tales traslados.
En declaraciones a los periodistas a su llegada a Malabo, León explicó que viajará de nuevo a la capital de Senegal, donde se entrevistó ayer con el presidente Abdoulaye Wade, para acordar con las autoridades del país la forma en que continuará el proceso de repatriación iniciado ayer y suspendido tras las quejas senegalesas por el trato dispensado a los inmigrantes.
El secretario de Estado subrayó que "evidentemente, no ha habido malos tratos" por parte de los policías españoles que acompañaron ayer a un centenar de inmigrantes clandestinos en el primer vuelo de repatriación desde Canarias a Senegal y destacó que los agentes incluso fueron felicitados por los oficiales senegaleses participantes en la operación.
Las autoridades senegales piden la suspensión de los vuelos
Fuentes de la Dirección General de Comunicación Exterior han confirmado que el Gobierno senegalés ha pedido mediante una "nota verbal" entregada a la Embajada española en Dakar que se suspendan las repatriaciones. Tras recibir la comunicación oficial, el Ministerio de Exteriores ha pedido información al de Interior. A la espera de que se "dilucide" la situación y se dé una respuesta oficial a Senegal, las fuentes confirmaron que las repatriaciones previstas quedan suspendidas.
El Gobierno español anunció ayer la repatriación inminente de entre 700 y 800 senegaleses que ya habían sido identificados en Canarias y ayer mismo partió un primer vuelo con 99 inmigrantes clandestinos a bordo. Sin embargo, la prensa senegalesa se hace hoy amplio eco de los incidentes registrados cuando el avión llegó al aeropuerto de Dakar. Los 99 senegaleses repatriados acusaron al Gobierno de su país de "traición" y de haberles traído de regreso a Senegal engañados, y le pidieron que les pague los 800.000 francos CFA (unos 1.220 euros) que les costó el viaje en 'cayuco' hacia España.
Uno de ellos, erigido en portavoz del grupo, de nombre Samba Ndao Dieng, explicó al diario Le Quotidien: "Dos mujeres y tres hombres, que dijeron trabajar para el Gobierno senegalés, vinieron a vernos y nos dijeron que nos iban a ayudar". "Nos dijeron que nos iban a llevar a campamentos que se encontraban en Málaga y Madrid, donde deberíamos pasar 40 días antes de entrar en España", ha explicado.
Se sienten engañados
"Nosotros les creímos y nos embarcaron en un avión. Una vez en el aparato, nos esposaron y dos policías se pusieron en la parte trasera hasta nuestra llegada a Dakar", ha relatado este repatriado, calificando de "traición" lo ocurrido, "ya que estábamos recibiendo un buen trato de la Cruz Roja Española, que nos dio ropa y alimentos". "Incluso llamaron a nuestros familiares, establecidos en España, que confirmaron que nos podían acoger y sólo nos quedaban unos días para entrar a España a trabajar", ha lamentado.
"Hemos sido víctimas de nuestra buena fe, ya que habríamos podido declarar desde nuestra llegada que no éramos senagaleses", ha lamentado Faye, explicando que "los que dijeron que eran guineanos, gambianos, liberianos, malíes o de otros países se quedaorn allí, pero nosotros preferimos decir la verdad y mira cómo nos han recompensado".
La cercanía de ver cumplido su sueño, "llevábamos 25 días en España antes de que estas personas vinieran a desalojarnos" según otro de los repatriados, hizo que los 99 se negaran a abandonar el avión a la llegada al aeropuerto a las 16:30 horas de ayer, "porque no era lo que nos habían prometido", ha afirmado uno de ellos al diario 'Walf Fadji'. Según el coronel Mamadou Adje, del Comité Nacional de gestión de la situación de los repatriados, "se negaban a subir en los autobuses" por lo que tuvo que intervenir la Gendarmería.
Según Le Quotidien, los repatriados, una vez trasladados a un hangar donde les esperaban diversas autoridades y psicólogos, pidieron a los ministros de Interior y Agricultura, Ousmane Ngom y Farba Senghor, que el Gobierno les devuelta los 800.000 francos CFA que pagaron por su viaje a España. En este sentido, Senghor anució que cada uno de ellos recibirá 10.000 francos CFA para regresar a sus casas y que hoy les recibirá para "ver en qué condiciones se van a reinsertar en la sociedad".
El ministro ha precisado que a largo plazo el Ministerio de Agricultura espera poner a disposición de estos repatriados el plan Reva (Regreso hacia la agricultura) cuyo lanzamiento se adelantará. Sin embargo, los repatriados rechazan esta opción ya que defienden que no son agricultores y que lo que quieren es trabajo en el sector para el que han recibido formación.
"Los españoles necesitan mano de obra"
Pese a todo, los repatriados se muestran dispuestos a repetir la hazaña. "Gasté 800.000 francos CFA en el viaje y a partir de mañana volveré a pedir prestado dinero para regresar a España", asegura Faye, que considera que "todo lo que se dice es mentira y los españoles necesitan mano de obra". "Si las autoridades senegalesas no me meten en prisión regresaré a España", ha afirmado otro de ellos.
El relato que hacen de la travesía, sin embargo, es desolador. "Embarcamos en Saint-Louis con nuestro equipaje, bolsas, chalecos, bidones de agua, de aceite, botellas de gas, y al principio no teníamos miedo de nada ya que sabíamos que íbamos a desafiar a la muerte pero el juego valía la pena", ha relatado Samba Ndao Niang al 'Walf Fadji'.
"El cuarto día de viaje, habíamos perdido toda la esperanza de vivir y ninguno de nosotros creía que llegaríamos a buen puerto a causa del clima y de las olas de más de cuatro metros de altura que amenazaban la embarcación", ha explicado, precisando que "algunos incluso marcaron sus nombres en el barco para que si morían todos los equipos de rescate pudieran conocer su identidad e informar a sus familiares".