META. Alonso celebró con el brazo en alto su primera victoria en Montecarlo y la cuarta de esta temporada. / EFE
Polideportivo

Alonso brilla en Mónaco

El piloto de Renault rompió su maleficio en Montecarlo con una carrera en la que venció con comodidad y que le sirve para consolidar su liderazgo en el Mundial Sólo Raikkonen fue capaz de plantar cara al asturiano hasta que rompió su motor

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A Fernando Alonso le hacía ilusión ganar en Mónaco, no por los diez puntos, que en todas partes son iguales, sino por el hecho de que los grandes campeones siempre han vencido esta prueba, la más prestigiosa del año, y por romper el maleficio que pesaba para el asturiano en el glamouroso Principado.

La alternancia en los resultados entre los pilotos de McLaren, que ha dejado a Raikkonen a 37 puntos y a Montoya a 41, y las dificultades de Schumacher, quien se encuentra ya a 21 puntos, permiten a Fernando comenzar a sacar la calculadora y pensar en el segundo título con toda tranquilidad. El piloto de Renault tenía especial motivación para imponerse en Mónaco. Y lo consiguió saliendo desde la pole position, tras la sanción impuesta a Michael Schumacher por la FIA. El ovetense estaba entusiasmado por esta victoria, su segunda consecutiva esta temporada, la cuarta del año y la decimosegunda en F1.

A pesar de su alegría, ninguno de los tres pilotos que subieron al podio -Fernando Alonso, Juan Pablo Montoya (McLaren Mercedes) y David Coulthard (Red Bull), agitaron las botellas de champán. Fue un homenaje a Edouard Michelin, presidente de la marca de neumáticos que falleció el viernes en un accidente marítimo. Los tres montan esa marca de neumáticos, y los tres dedicaron su actuación a este gran hombre.

La victoria conseguida por Fernando en Mónaco era una asignatura pendiente, ya que era hasta ahora uno de los tres circuitos en los que no había subido al podio. Le quedan Canadá y Estados Unidos, y seguro que allí también lo consigue. Los diez puntos marcados por Alonso le alejan aún más de sus rivales. Con 64 en su haber, le sigue Michael con 43. Tras la rotura del motor de Raikkonen en carrera, ahora se encuentra empatado con Fisichella en la tercera posición, con 27 puntos.

De cabo a rabo

Alonso realizó en Mónaco una carrera brillantísima. Los hizo sin la amenaza de M.Schumacher a sus espaldas, ya que el teutón tomó la salida desde los boxes después de la sanción impuesta por la FIA y que le relegó al final de la parrilla. Por ello, en Ferrari cambiaron de estrategia y fueron a una parada. Por detrás tenía a Webber, con el que compartió la primera fila, y los dos McLaren de Raikkonen y Montoya.

Raikkonen se deshizo en la primera vuelta de Webber y se acercó a Alonso, a quien acosó sin cesar durante la primera parte de la carrera. Los dos pilotos iban marcando vueltas rápidas y su ritmo era endemoniado, tanto que en la vuelta 14 ya comenzaron a doblar a los últimos clasificados. Por detrás, Webber se fue distanciando de ellos y supo mantenerse alejado de Montoya. Tras el colombiano existía otra carrera, puesto que Barrichello, que encabezaba el siguiente grupo, perdía segundos vuelta a vuelta.

La clave iba a estar en las paradas en boxes, y la pregunta era clara: ¿quién iba más descargado? El primero en entrar a cambiar neumáticos y repostar fue Montoya, que no perdió su cuarto lugar, ya que salió de boxes de nuevo por delante de Barrichello. Raikkonen lo hizo una vuelta más tarde, mientras que Fernando aún estuvo dos más en pista, y Webber entró después. Pero eso no permitió al asturiano desprenderse del acoso del finlandés, que de nuevo colocó el morro del McLaren muy cerca del alerón trasero del Renault. Fernando supo aguantar muy bien a Raikkonen, ayudado también por las dificultades que ofrece Mónaco para adelantar, lo que provocó que los cuatro primeros pilotos rodaran al ritmo que imponía Alonso. Fernando adelantó su primera parada una vuelta, ya que tenía algunos problemas de neumáticos, y para la segunda parada tenía un juego de ruedas nuevas con el que acabar la carrera. Al tener unos problemas de ruedas, Fernando se dejó aproximar por Raikkonen, pero tenía controlado todo, con su habitual facilidad para gestionar las carreras.

Incendio en el Williams

Cuando se disputaba la segunda parte de la carrera, en la vuelta 48, y cuando parecía que las cosas poco podían cambiar, Mark Webber, que rodaba tercero tras Alonso y Raikkonen, empezó a bajar el ritmo y se paró a un lado de la pista con su Williams echando fuego, justo a la salida de boxes. El coche de seguridad tuvo que salir ante la imposibilidad de retirar el monoplaza, y así se acercaron aún más los pilotos. Schumacher fue uno de los más favorecidos, ya que recuperó tiempo sobre los que le precedían.

Ese momento fue aprovechado por muchos de los pilotos para realizar su segunda entrada en boxes. Los tres primeros clasificados -Alonso, Raikkonen y Montoya-, cambiaron neumáticos y repostaron por segunda y última vez. Pero uno de ellos dijo adiós a la carrera. Fue Raikkonen, cuyo motor no aguantó el rodar tras el coche de seguridad y se rompió. Kimi se fue directamente a su barco tras el abandono, que dejó en bandeja la segunda posición a Montoya, mientras que Fernando se quitaba a su pesadilla de encima. Si hasta el momento en que Webber dijo adiós a la carrera, no se había producido ningún abandono, a partir de ahí se sucedieron sin descanso. El segundo de los Williams, el de Rosberg, chocó contra las vallas de protección y se despidió del GP de Mónaco. Poco después le tocó el turno a Christian Klien y su Red Bull, aunque el equipo tenía situado a David Coulthard en el quinto lugar, por detrás de Trulli.

Más cambios

Quedaban veinte vueltas para el final y la clasificación aún sufrió cambios en las primeras posiciones. Alonso marcaba distancias a Montoya, al que en ese momento lo tenía a más de 15 segundos. Barrichello era tercero por delante de Trulli, Coulthard y de Michael Schumacher, que había logrado subir hasta el sexto lugar. Pero las aspiraciones de Barrichello de subir al podio se esfumaron tras sufrir la penalización de pasar por boxes. En su parada para repostar, había superado la velocidad permitida. El brasileño pasó del tercero al quinto lugar, por detrás de Coulthard. Y ahí no terminaron los sustos. Trulli vio como su Toyota le dejaba parado a un lado de las calles de Mónaco, lo que dejaba a Coulthard en el podio.

Schumacher no quería conformarse con ser quinto, y se acercó peligrosamente a Barrichello, aunque el brasileño este año no tenía que obedecer las órdenes de equipo de Ferrari, y podía permitirse el lujo de no dejarse superar por su jefe de filas. De esa forma, Barrichello pudo conservar su cuarta posición mientras que Michael acabó quinto. No estuvo nada mal si se tiene en cuenta que tomó la salida desde los boxes. También en los puntos se clasificaron Giancarlo Fisichella (Renault), sexto, seguido de Nick Heidfeld (BMW) y Ralf Schumacher (Toyota).