Luces sobre el Oratorio DE CÁDIZ
Actualizado: GuardarEl Obispado de Cádiz accedió ayer por fin a hacer pública una declaración respecto a la situación del Oratorio de San Felipe Neri. La tardanza ha sidoa inexplicable, porque diversos sectores de la diócesis habían instado a monseñor Ceballos a intervenir para aclarar la situación, y lamentable, por cuanto ha contribuido a la confusión y el malestar entre los feligreses y a caldear el ambiente de utilización política de la controversia. De este modo, mientras la iglesia diocesana callaba se recogían firmas, se convocaban misas de ¿protesta? e incluso ayer se producía una concentración con gritos dirigidos a monseñor Ceballos, al tiempo que se producían declaraciones de dudoso acierto en uno y otro lado de la polémica, desde quienes calificaron de ¿fascistas? o ¿trentinos? a los que discrepan de la venta del templo hasta quienes han querido revivir viejos fantasmas contra el partido socialista.
La nota de la comisión designada al efecto, y que encabeza el vicario general, Guillermo Domínguez Leonsegui, aunque incurre en algunas contradicciones con declaraciones de los propios portavoces eclesiales, debe darse por buena, por definitiva y por cierta y establece claramente que no hay acuerdo firmado y que no es preciso desacralizar el templo. Asimismo, el Obispado da garantías de que se va a respetar el carácter monumental del oratorio y que incluso se busca potenciarlo. Asimismo, del comunicado oficial se desprende la existencia de un proyecto de acuerdo más amplio con otras administraciones. De hecho, para crear un centro cultural en torno a las Cortes de 1812 es obvio que se precisa del acuerdo con el Ayuntamiento, propietario del museo y el colegio adyacentes y no sólo del espacio del Oratorio y la llamada Casa del Canónigo. De este modo, estamos ante una operación más compleja que ahora toca a la Junta explicar y despejar, pues el nivel de ambición de la apuesta es decisiva. Está claro que Cádiz merece un proyecto institucional de alto nivel por parte de la Junta, como ya tienen otras capitales, una iniciativa que suponga un atractivo y un activo económico y cultural y que el segundo centenario de la Constitución liberal de 1812 es una efeméride que debe ser celebrada en beneficio tanto de las ideas que alumbró como de la propia tierra que las vio surgir. La controversia en torno al Oratorio ha movilizado a numerosos sectores ciudadanos que es injusto descalificar o etiquetar, porque no conforman un todo homogéneo.
Han confluido y confluyen razones y sensibilidades diferentes que merecen respeto y atención. La democracia y la tolerancia, para ser verdaderas, así lo exigen. No es de recibo dar por sentado unanimidades cuando no existen, manipular situaciones o miniminzar, cuando no rechazar o ridiculizar, las discrepancias. Procede dialogar, escuchar, informar, aclarar, explicar, convencer. Así, es de esperar que brille la transparencia y prime el consenso y la cordura en todo el proceso y que éste culmine en un centro de alto nivel, del nivel que Cádiz y las Cortes se merecen.