«Hay una enorme sensibilidad hacia la sanidad animal»

Juan José Badiola ha aprendido mucho de los periodistas con los que ha tenido que tratar durante años como voz autorizada de los veterinarios en la gestión de crisis sanitarias como la de la EEB o enfermedad de las vacas locas. Por eso, la conferencia que ofreció ayer en el marco de las jornadas de COAG fue dinámica, cercana y con interlocuciones constantes a un público al que dejó muy claro que «la seguridad alimentaria es una cuestión básica que debe garantizarse desde la granja a la mesa», pero también que «hay que formar al consumidor y darle una mayor información en materia alimentaria».

Para el presidente del Consejo General de los Colegios Veterinarios de España, «existe una hipersensibilidad de los ciudadanos en esta materia, que ven enfermedades por todas partes y que tienen unas exigencias muy estrictas que hay que cumplir». Por eso, consideró que es necesario «transmitir un mensaje de seriedad, veraz y responsable, sobre todo cuando surge alguna crisis alimentaria o algún riesgo sanitario por alguna enfermedad emergente».

Hubo críticas a los medios de comunicación «cuando no hacen una información responsable», pero también algo de autocrítica porque «hay que saber transmitir un mensaje claro cuando surge cualquier tipo de riesgo sanitario». En este punto, recordó el daño económico que causaron al sector algunas imágenes que se emitieron en televisión en los momentos álgidos de la EEB.

Tampoco se ahorró apreciaciones personales sobre políticas «que han convertido en una enfermedad gravísima digna de figurar en una lista europea a algo como la lengua azul, que ni siquiera se transmite a los humanos» o que «apuestan por sacrificios indiscriminados en algunos casos».

Tras aconsejar a los presentes sobre las mejores prácticas -como evitar movimientos innecesarios de ganado, la principal fuente de contagios-, dejó claro que el nivel sanitario de la ganadería española «es bastante bueno, y aunque va a haber siempre enfermedades, hay que dejar claro que los mecanismos de control funcionan, sobre todo por la colaboración de los ganaderos».