La superficie urbanizada ha aumentado en diez años el doble de la media europea
La construcción desmesurada, el uso masivo de los transportes más contaminantes y la colonización del litoral constituyen el deteriorado perfil ambiental de España
Actualizado: GuardarEspaña crece en términos económicos, mejora el bienestar social de sus habitantes y el progreso nos coloca entre los países más afortunados del mundo. Sin embargo, ese crecimiento se cimenta sobre bases insostenibles, o dicho de otro modo, pan para hoy, hambre para mañana: un uso intensivo de la energía, alta generación de residuos, urbanización galopante del suelo y emisiones contaminantes incontroladas que alimentan el cambio climático. Los indicadores del Perfil Ambiental de España 2005, presentado ayer por el Ministerio de Medio Ambiente, emiten un veredicto preocupante. Entre otros datos, el informe pone de manifiesto que la superficie urbanizada en España ha aumentado en una década el doble de la media Europea.
Arturo Gonzalo Aizpiri, secretario general para la Prevención de la Contaminación y el Cambio Climático, y número dos del departamento de Cristina Narbona, presentó junto a la ministra la segunda radiografía sobre la salud medioambiental del país que destaca que el modelo de ocupación del suelo es, junto con el uso masivo de los transportes más contaminantes, «el principal elemento de insostenibilidad», según Gonzalo Aizpiri.
Expansión por los bordes
La ciudad se expande por sus bordes, crece el modelo extensivo de las urbanizaciones, que exigen a su vez más infraestructuras viarias. En los últimos 14 años, la superficie urbanizada en la UE creció un 13,8% para un aumento medio de población del 3,5%. Esa tendencia es mucho más acusada en España, casi el doble, con un 25,4% de aumento del suelo urbanizado sin que haya un incremento demográfico paralelo (4,3%) que lo justifique. A día de hoy, el 79% de la población vive en el 19% del territorio.
El estudio revela también que ha crecido sin medida el uso de los transportes más contaminantes y con mayor gasto energético: automóvil y avión. Entre 1990 y 2003 el transporte de pasajeros creció el 88,7%, y se duplicó (99,3%) el de mercancías. En 2003, el 80% de los desplazamientos de personas se realizó en coche, y el 84% de las mercancías se transportaron, igualmente, por carretera.
Las emisiones de gases de efecto invernadero -CO2 y equivalentes-, han crecido casi un 53% en España desde 1990, 38 puntos más de lo permitido a España por el Protocolo de Kioto, lo que nos convierte en el país firmante más incumplidor, aunque, «no el más contaminante».
Por otra parte, el consumo de agua crece más que el PIB. Disminuye el consumo en la industria, se estabiliza el de riego (casi el 80% del total) y aumenta el consumo urbano. El precio del agua (0,81 euros el metro cúbico) creció un 6% en 2003, pero eso no disuadió al usuario. La media es de 167 litros por habitante y día. Andalucía, Aragón y Asturias son las de mayor consumo per capita.
En el ámbito de la biodiversidad, España tiene 602 especies amenazadas. Además, los ciudadanos no consiguen reducir la generación de residuos, que ha crecido un 55,4% por habitante y año entre 1990 y 2003, aunque mejora algo la gestión y aprovechamiento de los mismos.
Nuevas leyes
España sigue gastando demasiada energía primaria, muy por encima de la media de la UE. El año 2005 fue el primero en que el consumo energético creció menos que el PIB en España, y en 2006 «parece que se acentúa esa tendencia decreciente», confirmó Arturo Gonzalo.
Para hacer frente al preocupante perfil ambiental de España, Narbona anunció cinco nuevas leyes verdes antes de que termine la legislatura: La ley de Responsabilidad Ambiental, la de Biodiversidad, la reforma de la ley de Envases y de la ley de Aguas, y la ley de Calidad del Aire.