LUGAR. Inmueble afectado por insalubridad. / I. B.
EL PUERTO

Denuncian que un inquilino acumula basura en su piso de la calle Durango

Los vecinos afectados han protestado reiteradamente por esta situación Acusan a Bienestar Social de olvidarse de ellos y de «lavarse las manos»

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«No tenemos nada contra él, lo único que queremos es que limpie la casa y que desaparezcan los bichos y los malos olores», comenta Susana Pareja, presidenta de la comunidad del bloque de pisos afectado en la calle Durango, 50.

Los vecinos de este inmueble no aguantan más el hedor que emana de la casa de un inquilino que, según afirman, acumula basura en su vivienda pues llevan dos años sufriendo esta pestilencia. «Él sólo aparece de vez en cuando por el edificio , pero todo indica que su piso está lleno de gran cantidad de basura», aseguran.

La entrada a la vivienda de este sujeto presenta un aspecto deplorable con una puerta de acceso rota y agujereada por la que se filtran los malos olores. Además, la desagradable situación se recrudece con la llegada de las altas temperaturas. «Este mes ha sido horrible. Una nube de insectos y de mosquitos ha invadido la entrada durante el día y noche», comenta Susana. De hecho, el olor es tan desagradable que los vecinos del bloque piensan que además de la suciedad puede haber algo peor. «Este hombre tenía un perro que solía gemir y ladrar todo el tiempo. Sin embargo, de un tiempo a esta parte, el perro no emite ningún sonido. Pensamos que puede estar muerto y en avanzado estado de descomposición», explica Rosario Berciano, una de las máximas afectadas por este entorno insalubre.

Los inquilinos del bloque, cansados de tener que soportar esta circunstancia, interpusieron tres denuncias en la Policía Local hace un año. La presidenta del inmueble explica indignada que «a día de hoy, no ha habido respuesta».

Por ese motivo, decidieron visitar el área de Sanidad en Bienestar Social. Según la declaración de Susana, «allí se lavaron las manos. Con malos modos nos dijeron que aquello era competencia exclusiva del propietario y que el único que podía hacer algo era él. No entendían que si estábamos allí era porque la comunicación con este individuo es francamente imposible», señala.

Sin embargo, los vecinos no cejan en su empeño por solucionar este problema. «Hemos interpuesto otra denuncia en el juzgado número uno y hemos hablado personalmente con el juez. No sabemos como, pero no vamos a parar hasta eliminar ese foco de infección y de malos olores», declara Susana.