MOVILIZACIÓN. Empleados de subcontratas se manifiestan a las puertas del astillero de Cádiz. / A. V.
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Las patrulleras oceánicas para Venezuela empezarán a construirse a finales de 2007

Dos centenares de operarios de la industria auxiliar persisten en sus protestas en Cádiz por la falta de empleo La mano de obra del astillero de la capital ha caído en los últimos meses por la inactividad de la planta Delta

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Pese a que Navantia cerró hace medio año con el Gobierno venezolano el acuerdo para la fabricación de ocho patrulleras, el Ministerio de Defensa no contempla el inicio de las construcciones tipo oceánicas hasta septiembre de 2007, de forma que la primera entrega se efectúe en diciembre de 2009. Así se desprende de una respuesta parlamentaria al senador del PP José Blas Fernández, donde se apunta que la finalización del encargo se producirá en junio de 2011.

Estos plazos difundidos por el Ejecutivo condicionan la expectativa de carga de trabajo ofrecida para la Unidad de Producción de Navantia en los astilleros de Puerto Real y San Fernando, donde se realizará la obra. Según el Gobierno, este horizonte de actividad se basa en que la entrada en vigor del contrato «está prevista para finales del segundo trimestre de 2006» y cada buque oceánico tiene un tiempo de ejecución de 26 meses.

En cuanto al importe de la operación, el Ejecutivo argumenta que esta información no puede ser facilitada porque el contrato, suscrito con las Fuerzas Armadas venezolanas, «establece condiciones específicas de confidencialidad».

Sólo cien subcontratados

Diferente a la situación de las factorías isleña y puertorrealeña es la de Cádiz, que ha reducido la presencia de mano de obra auxiliar de los «500 y 600 que se alcanzaron» en los primeros meses de la nueva empresa Navantia a los «cien o 150 que hay ahora, y todos de mantenimiento», según criticaron ayer fuentes del comité de empresa gaditano.

Esta baja capacidad de generación de empleo se debe, en parte, a la situación de «actividad mínima» de la planta Delta, utilizada para desgasificar grandes buques. De hecho, según indicó la representación sindical, la factoría «no ha reparado ningún petrolero desde el pasado agosto y se han perdido contratos por no tenerla en funcionamiento».

El problema de la planta Delta es que necesita una inversión para incorporar una depuradora y según las estimaciones del diputado socialista Rafael Román, esta inyección sería de «tres millones de euros». La solución, según Román, «podrá alcanzarse en estos días» porque el Gobierno está ultimando las negociaciones con Navantia para dar una salida a esta instalación que todavía pertenece a Izar.

La reactivación de esta infraestructura es «vital» para la industria auxiliar, como ayer volvieron a reclamar cerca de 200 trabajadores de subcontratas, que, según su portavoz, José Oubiña, están en una situación «de auténtica precariedad porque llevan todo el año sin cotizar».