No lo volveremos a tener tan bien
Actualizado: GuardarNingún año lo tendremos mejor que este para haber ascendido a Primera. Todo estaba a nuestro favor: resultados, juego, ilusión, afición, posibilidades. Sólo el discurso de la permanencia dirigido desde el club, entiendo que con ánimos de no engañar a nadie, ponía el contrapunto a una euforia lógica al ver tan cerca el imposible eterno. Recuerdo en el estreno de Chapín cómo se nos fue un ascenso con los Sanabria y compañía goleando a Tenerifes, Santanderes y Deportivos. «Nunca lo volveremos a tener tan bien para ascender». Esa fue la frase de moda en aquellos finales de los 80. Del «a esta va a ser» pasamos al «ya veremos». La ruina de la Segunda B levantó a la afición en un ascenso de hace seis años, con el que buscábamos por fin, el asentamiento en la Segunda, para encontrar el camino de la gloria. Por desgracia la vida ofrece al xerecista desengaños reiterados. Schuster trajo la suerte de otro momento donde «nunca lo tuvimos mejor para ascender». Gracias a Gil Silgado, y lo que no es Gil Silgado, el Xerez volvió a caer cuando mejor lo tenía. Lleno en el Calderón con cuatro mil aficionados llegados de la capital jerezana. En cambio, el desastre sobrevolaba el dolorido corazoncito azulino. Fue el palo de comienzo de 2000. Este año, metidos en el ecuador del lustro, Lucas Alcaraz superó todos los registros. Mejor comienzo de la historia, mayor presencia de abonados, juego de primer nivel y otra vez igual. «Nunca volveremos a tenerlo tan bien», salvo la próxima vez; porque el Xerez barrunta el ascenso desde hace años, y lo mismo en uno de estos se equivoca y lo hace realidad. Si los discursos cambiaran, si se apostara por el ascenso descarado, otro gallo nos cantaría. Tres oportunidades en los 20 últimos años son demasiados desengaños. «No me quiero morir sin ver al Xerez en Primera un año, sólo un año», ese es el discurso de los que superan el medio siglo. Jerez es una ciudad de tradición y los que estamos en la treintena también empezamos a emplearlo, y es que será difícil que otro año lo tengamos mejor ¿o no?