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El Congreso abre la puerta al Estatuto andaluz con el único voto en contra del PP
Rodríguez Zapatero y Rajoy se enzarzan en una discusión sobre el modelo de Estado, pero no descartan un acuerdo sobre la reforma La Comisión Constitucional abordará la reforma a partir de septiembre
Actualizado: GuardarLa reforma del Estatuto de Andalucía camina con paso firme hacia su aprobación definitiva. Las Cortes Generales dieron anoche el visto bueno a la toma en consideración de la propuesta de Ley que se aprobó en el Parlamento de Andalucía el pasado día 2. Todos los grupos, a excepción del PP, votaron a favor de que continúe la tramitación del nuevo articulado andaluz que ahora será examinado por la Comisión Constitucional, cuyos trabajos comenzarán en septiembre. Un total de 187 diputados votaron a favor, mientras que 136 lo hicieron en contra. No hubo abstenciones.
Se abrirá entonces un nuevo espacio para el diálogo y la última vía para ampliar el consenso, con intervención decisiva de once diputados pertenecientes a la citada Comisión Constitucional, presidida por el socialista Alfonso Guerra, y otros once designados por el Parlamento de Andalucía, donde tendrán representación proporcional a su número de diputados PSOE, PP, IU y PA.
Su misión será la de engarzar de forma adecuada las legítimas demandas de clarificación y mejora competencial, con la preservación de las responsabilidades que la Constitución atribuye al Estado, como garante de los intereses generales. Este es, al menos, el deseo que ayer expresó José Luis Rodríguez Zapatero, presidente del Gobierno, durante su intervención en el debate en toma en consideración que comenzó a la una de la tarde y concluyó pasadas las diez de la noche. Rodríguez Zapatero alabó la transformación que ha experimentado Andalucía en los últimos 25 años con mejoras sustanciales en los aspectos económico y social. Un periodo marcado por la aprobación, en 1981, del Estatuto de Andalucía. Un dato éste que da confianza al presidente español en que la nueva reforma estatutaria volverá a impulsar un nuevo periodo de bonanza para Andalucía que, sin duda, será bueno para España.
La Cámara Baja, la casa de la política con mayúsculas, albergó una discusión que debió conjugarse en clave andaluza, pero que derivó en un enfrentamiento entre los dos partidos mayoritarios sobre el modelo territorial de España. «El lío colosal sobre el modelo de Estado», en palabras textuales de Mariano Rajoy, presidente del Partido Popular que empleó la mayor parte de sus dos intervenciones -el turno de posicionamiento y el de réplica- en preguntarle a Rodríguez Zapatero qué va a pasar con España si el resto de comunidades autónomas copian a Cataluña y Andalucía y piden competencias completas y una mayor codecisión.
Por qué votar «no»
Una tribuna de invitados repleta de andaluces, encabezados por el presidente de la Junta, Manuel Chaves -que aguantó las más de ocho horas de intervenciones-, asistió al posicionamiento de los once portavoces que tomaron la palabra. Uno tras uno fueron dando su apoyo a este trámite, salvo el Partido Popular
El líder de los populares concluyó su primera alocución intentando desvelar la principal cuestión de la jornada de ayer: ¿Por qué el PP quería evitar que el debate sobre la reforma andaluza llegase a las Cortes Generales?. «No podemos fallar a los andaluces», sentenció. Dejó entreabierta la puerta al consenso, pero siempre que no se haga un simple lavado de cara al texto, sino que se trastoque de forma profunda para preservar la unidad de España. Diego López Garrido, portavoz del grupo parlamentario socialista, le negó la mayor: «Si usted quisiera realmente el consenso, votaría «sí» a la toma en consideración de esta ley».
Enmiendas copiadas
La noche de las enmiendas. Gaspar Llamazares, coordinador general de IUCA, utilizó esta frase cargada de ironía para destripar la principal justificación del PP para oponerse de plano a esta reforma: Que el PSOE introdujo en tan sólo 24 horas más de 120 enmiendas que habría copiado literalmente del Estatuto de Cataluña.
Llamazares comparó este anuncio con la conspiración que, según algunos sectores del PP, se urdió en España la noche del 11-M de 2003, tras los mortales atentados de Madrid. Y si los tres partidos mayoritarios recurrieron una y otra vez a referencias catalanas y nacionales, cuando lo que primaba era hablar de Andalucía, los grupos nacionalistas, con más lógica, no le fueron a la zaga.
Josep A. Durán i Lleida, portavoz de CíU, dijo que su partido votaba de forma consecuente: Si ellos han reclamado respeto para las decisiones del Parlamento de Cataluña, no tendría sentido que faltaran a esa coherencia con lo postulado por el Parlamento de Andalucía. El turno de réplica sirvió para centrar el debate en un aspecto clave: El consenso. Rodríguez Zapatero recordó que la reforma estatutaria andaluza es la tercera que se examina en la presente legislatura. En una, la de Valencia, el PP votó que sí. En otra, la de Cataluña, votó que no. «Es hora de deshacer el desempate, señor Rajoy», apostilló Zapatero.
Satisfacción de Chaves
«Me voy más contento de lo que llegué, pero con la vista puesta en el posible consenso». Esta fue la primera valoración que Manuel Chaves a las diez y media de la noche, una vez concluida la votación.
El presidente de la Junta de Andalucía instó al PP a no volver a sentir la soledad que experimentó ayer durante la toma en consideración, el día en que se realice la votación definitiva. «El PP tiene que olvidarse de cuestiones partidistas y trabajar por el consenso», acotó Chaves que recalcó que en el actual Estatuto no hay ni una sola cuestión que provoca una ruptura total entre PSOE y PP. Quiso mandar un mensaje a los andaluces tras las ocho horas de debate: «Pueden sentirse orgullosos, porque su estatuto es homologable al de cualquier autonomía y plenamente constitucional».