visita del primer ministro israelí

Bush respalda el plan de retirada de Cisjordania de Olmert

Simón Peres, segundo de Olmert en el nuevo Ejecutivo de Israel, confirma que el primer ministro se reunirá con Abás al volver de EEUU

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El presidente de EEUU, George W. Bush, ha dado su apoyo al primer ministro israelí, Ehud Olmert, y a su plan para una retirada unilateral de Cisjordania, aunque ha precisado que cualquier acuerdo de paz debe ser negociado con los palestinos. "Las ideas del primer ministro pueden ser un paso importante para la paz que ambos apoyamos", ha dicho el presidente en rueda de prensa en la Casa Blanca junto al responsable israelí.

Bush ha precisado, no obstante, que "cualquier acuerdo sobre el estatus final sólo se alcanzará mediante la base de cambios acordados mutuamente. El primer ministro Olmert está de acuerdo en que un acuerdo negociado sobre el estatus final sirve mejor a los israelíes, a los palestinos y a la causa de la paz". El presidente ha hecho estas declaraciones tras reunirse con Olmert, en el que ha sido el primer encuentro entre ambos desde que el ex alcalde de Jerusalén se convirtiera en primer ministro israelí por la enfermedad de su predecesor, Ariel Sharon.

La entrevista ha servido además para poner de manifiesto que, en contra de lo que opinaban muchos analistas y expertos políticos, a Washington no le disgustan las propuestas del líder israelí. "Necesito oír más" sobre los detalles de ese proyecto, ha precisado Bush en alusión al llamado Plan de Convergencia elaborado por Olmert, que prevé el establecimiento de las fronteras de Israel de forma unilateral y la evacuación de unos 70.000 colonos judíos de Cisjordania. El presidente de EEUU ha aprovechado la ocasión para instar a su interlocutor a que negocie con el presidente de la Autoridad Palestina, el moderado Mahmud Abás, considerado por la administración estadounidense como la alternativa válida al nuevo Gobierno palestino liderado por el movimiento radical Hamás. Olmert se ha mostrado dispuesto a explorar todas las opciones para negociar con Abás, al que ha descrito como "genuino y sincero", y al que se ha dirigido para pedirle que dé los pasos necesarios que permitan que el proceso de paz pueda avanzar.

Sus buenas intenciones y sus elogios al líder palestino contrastan con las declaraciones que él mismo efectuó el pasado domingo a la televisión CNN, en las que afirmaba que Abás no tenía el poder suficiente para imponer su autoridad ante el Gobierno de Hamás. El primer ministro israelí ha asegurado asimismo, que mientras Hamás no reconozca el derecho del estado de Israel a existir y no renuncie a la violencia, no habrá ninguna posibilidad de negociar. En caso de que decida cumplir esas dos condiciones, "encontrará en nosotros a un socio dispuesto por la paz". Bush respalda por completo su posición con respecto al nuevo Gobierno palestino, al afirmar que "no se puede esperar que ningún país negocie la paz con quienes niegan su derecho a existir y usan el terror contra su población".

Próxima reunión Olmert-Abás

El parlamentario israelí Simón Peres confirmaba por su parte, en paralelo a la reunión Bush-Olmert, y de manera oficial en el Parlamento de Israel (Kneset), que el jefe del Gobierno se reunirá con el presidente palestino, Mahmud Abás, al regreso de aquél de los Estados Unidos. Peres, segundo de Olmert en el nuevo Ejecutivo israelí, no ha informado de la fecha en que se celebrará la primera "cumbre" del primer ministro, que asumió el poder el pasado día 4, ni dónde tendrá lugar.

Olmert afirmó ayer, después de hablar con el presidente George W. Bush en Washington, que tiene intención de reunirse con Abás, presidente de la Autoridad Nacional Palestina (ANP), tras la ruptura de contactos al hacerse cargo de su Gobierno el primer ministro Ismail Haniye, del Movimiento Islámico Hamas. Olmert se propone fijar "las fronteras definitivas y defendibles de Israel" en un plazo de dos años en negociaciones con Abás, o unilateralmente si fracasara el proceso, según su "plan de la convergencia", al que se opone la ANP.

De acuerdo en la crisis de Irán

La reunión Bush-Olmert ha servido de toma de contacto entre ambos mandatarios y de la misma no se esperaban decisiones formales, pero ha contribuido a dejar claro que, de entrada, puede construirse una buena relación entre ellos, fundamental para el futuro del proceso de paz y para la solución de otros conflictos en la región, como el contencioso nuclear iraní, del que también han hablado hoy Bush y Olmert.

Al respecto, los dos dirigentes están totalmente de acuerdo es la crisis nuclear protagonizada por Irán. Ambos coinciden en que la comunidad internacional no debe permitir que el régimen de Teherán siga adelante con sus ambiciones nucleares y consiga hacerse con una bomba atómica. Bush ha insistido en que todavía es posible lograr ese objetivo "pacífica y diplomáticamente". Según Olmert, ha llegado el momento de que Naciones Unidas actúe para evitar lo que ha definido como "una peligrosa carrera de armamento en Oriente Medio".