Un faro sobre la Bahía
El puente estará iluminado en toda su extensión mediante farolas y la luz que desprendan los tirantes
Actualizado: GuardarLas postales sobre la Bahía de Cádiz ya no volverán a ser las mismas. El puente más alto de Europa contará con 176 tirantes que se iluminarán para dar una visión única.
PLANIFICACIÓN
Dos años de trabajo
Según recordó el ingeniero diseñador del puente, el navarro Javier Manterola, han sido necesarios dos años de trabajo de un equipo de 80 personas para llegar a la concepción final del que será el puente más largo de España.
POR LAS NOCHES
Como el de Millau
Uno de los aspectos desconocidos por muchos gaditanos es el que se refiere a la iluminación del segundo puente por las noches. Los 176 tirantes con los que se sostendrá el tramo central de la infraestructura contarán con una iluminación propia que alumbrará toda la Bahía. Además, toda la extensión del puente tendrán farolas. Uno de los puentes más famosos de Francia, el de Millau, cuenta también con una espectacular iluminación nocturna.
TRÁNSITO
Sólo para vehículos
El segundo puente no contará con una pasarela peatonal, por lo que no será posible atravesarlo andando, a menos que se forme parte del equipo de mantenimiento de la infraestructura. Uno de los grandes interrogantes de este puente queda así resuelto: no se podrá pescar desde el segundo puente. Algo que de todas formas sería difícil ya que en su punto más alto tendrá 69 metros y dispondrá de pantallas de 3 metros de altura para la protección del viento.
MEDIDAS DE SEGURIDAD
Pantallas antiviento
El segundo puente sobre la Bahía contará con importantes medidas de seguridad para los conductores. Una «contundente, rígida y estricta» mediana central, en palabras del ingeniero Manterola, facilitará la atención de los vehículos ante cualquier problema. Otro aspecto importante es la protección contra las ráfagas transversales de viento, ya que hay que tener en cuenta que a los fuertes vientos que soplan sobre la Bahía se debe añadir el factor de la altura, con un pico de 69 metros sobre el nivel del mar que lo sitúan como el más alto de Europa y uno de los más elevados del mundo. Unas pantallas semitransparentes de 3 metros de altura protegerán a los vehículos de dar bandazos por el viento. Pantallas que además tienen un coste bastante alto.
TRANVÍA
Una opción difícil
La ministra de Fomento, Magdalena Álvarez, dejó en el aire la posibilidad de que el segundo puente cuente con un tranvía ligero, señalando que se consensuará con el resto de las administraciones. Sin embargo para el ingeniero Manterola el tranvía «incordiaría bastante». Y es que este experto aporta hasta tres razones que dificultan la incorporación del metro ligero. Primero, la falta de infraestructuras existentes tanto en Cádiz como en Puerto Real relativas al tranvía, tanto en forma de estaciones como de tendido eléctrico. En segundo lugar, las propias necesidades de infraestructura de este transporte, que necesita pantallas especiales y una mediana adaptada. Y por último, el problema de los carriles, ya que se hace necesario destinar al menos un carril al tráfico lento de autobuses y camiones, sobre todo por las pendientes, con lo que dedicar un carril en cada sentido al tranvía, adaptando la mediana, significaría dejar un sólo pasillo para el resto de vehículos.
PENDIENTE
Hasta el 5%
La estructura cuenta con una pendiente que llega al 5% en los dos tramos iniciales de la misma para culminar en la superficie central. Este factor ha hecho que prácticamente sea imposible la inclusión de un tren pesado -del tipo cercanías o Talgo- en el diseño del segundo puente. Se frustra así el viejo sueño de comunicar por ferrocarril Cádiz con Jerez sin tener que circunvalar toda la Bahía, algo que de todas formas era complicado debido al gran peso que debería soportar la estructura con la inclusión de un tráfico continuo de ferrocarriles de largo recorrido. Su lugar podría ocuparlo un tranvía ligero, del tipo que ya se está proyectado entre San Fernando y Chiclana.
La pendiente supone también una dificultad añadida para el tráfico de autobuses y camiones, que deberán contar con un carril lento, como el existente en el puente del V Centenario de Sevilla, para dar un respiro a estos vehículos en los tramos con mayor pendiente. Como anécdota hay que señalar que se podría haber aumentado hasta 80 metros la altura de la infraestructura pero dada la inclinación necesaria, habría tenido que atravesar el barrio de La Viña.