El PSC aplaza el debate sobre la sucesión de Maragall hasta después del referéndum
Actualizado: GuardarEl Partido de los Socialistas de Cataluña se plantea cambiar de candidato en las elecciones autonómicas de otoño. El fracaso del 'tripartito', el divorcio del partido con el presidente de la Generalitat y, sobre todo, la incógnita sobre la continuidad de Pasqual Maragall ha abierto un debate interno y los socialistas buscan entre sus dirigentes un nuevo cabeza de lista. La orden de la dirección del partido es contundente: silencio hasta después del referéndum del 18 de junio.
Los casi tres años de gestión del 'president' han dejado un sabor agridulce en su partido. Amplios sectores del PSC cuestionan su capacidad de liderazgo y consideran que no es el candidato más idóneo tras el desgaste sufrido por la reforma del estatuto y la falta de gestión en otras áreas.
El Gobierno central y el PSOE, por su parte, procuran mantenerse alejados de la crisis. Saben que la decisión, si se toma, corresponde a sus compañeros de Cataluña. Sin embargo, y aunque no lo expresen en público, son mayoría los dirigentes que creen que Maragall debería retirarse como el presidente que posibilitó la reforma del estatuto y dar paso a un nuevo líder que rompa con la actual imagen del 'tripartito' y ofrezca al electorado un perfil menos nacionalista.
Decisiones soberanas
El 'president' advirtió ayer durante la reunión del Consejo Nacional de su partido que nadie, ni sus adversarios políticos ni tampoco sus «amigos políticos deben interferir en las decisiones soberanas del PSC». Aunque son pocos los que se atreven a hablar de sucesores, en el PSC hay candidatos para relevar a Maragall. La corriente más propensa al cambio es la denominada 'sector Baix Llobregat', liderada por el ministro de Industria José Montilla y los alcaldes del cinturón industrial de Barcelona. Controlan el 'aparato' del partido, sintonizan con las bases populares y se sienten más cercanos al PSOE.
Montilla no cuenta con el apoyo del 'sector Sant Gervasi-Empordà', conformado por dirigentes socialistas de extracción burguesa que no suelen conectar con las bases populares. Dentro de esta corriente, el aspirante es Antoni Castells i Oliveres, actual consejero de Economía, un brillante economista respetado por el mundo empresarial. La consejera de Interior, Montserrat Tura, emerge como candidata de consenso entre las distintas familias socialistas.