El Xerez busca tres puntos que le permitan seguir soñando con Primera

El equipo de Alcaraz se juega algo más que los tres puntos ante el Real Murcia. Porque si los azulinos perdiesen o empatasen hoy en Chapín tendrían que soportar unas jornadas más que tediosas de aquí al final de competición y no hay peor enemigo para el fútbol de alta competición que el aburrimiento.

Una de las buenas noticias que tiene el Xerez ante los murcianos es que podrá contar con casi todos los jugadores de la plantilla, excepto con Álex Fernández -con problemas en las rodillas- y el balcánico Bajic, sancionado.

El técnico azulino sacará un once clásico, el socorrido 4-4-2, acorde a lo que se demanda cuando se juega en casa. Alcaraz ha puesto punto final a las probaturas, a los tres centrales que parapetan al equipo y recurrirá al sistema que utilizó en la primera vuelta. No sólo la afición agraderá este gesto sino también el propio equipo, que sin duda se muestra más cómodo cuando su sistema se naturaliza, cuando se dejan a un lado las probaturas. Si los jugadores xerecistas quieren cobrar las primas por acabar entre los seis primeros clasificados, sería recomendable que en Chapín no se usara el doble pivote, con un jugador que lleve la manija en el centro del campo, sería más que suficiente, aunque Alcaraz es el que manda.

En el otro bando, el Real Murcia intentará certificar de forma segura su permanencia en Segunda División en una temporada marcada por el fracaso, pues su objetivo era ascender a Primera.

Después de 37 jornadas, el cuadro murciano es el decimotercer clasificado de la categoría con 48 puntos sumados, a 9 de los puestos de descenso a Segunda B y a 15 de los de ascenso a Primera.

El equipo grana, que tiene las bajas obligadas del defensa Héctor Bueno, el centrocampista Oscar Pulido y el delantero uruguayo Diego Alonso, los tres lesionados, presentará una alineación muy parecida a la que su entrenador, Kresic, utilizó el pasado domingo en el partido ganado por 3-1 ante el Numancia.

El técnico del Real Murcia ha reconocido los problemas de su equipo en sus partidos a domicilio y calificó como «ridículos» sus números.