FOTO DE FAMILIA. De izquierda a derecha, el secretario general de la Liga Árabe, el príncipe de Marruecos, Rodríguez Zapatero, el presidente de Egipto, el Rey Don Juan Carlos, la Reina y el presidente de Argelia. / EFE
ESPAÑA

Rodríguez Zapatero intenta reactivar la política española en el Mediterráneo

El presidente del Gobierno mantiene contactos con sus homólogos de Egipto y Argelia Las reuniones también han servido para impulsar la Alianza de Civilización

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Los presidentes de España, José Luis Rodríguez Zapatero; Argelia, Abdelaziz Buteflika; y Egipto, Mohamed Hosny Mubarak, coincidieron ayer en la necesidad de intensificar la cooperación a ambos lados del Mediterráneo. Un acontecimiento cultural de gran calado sirvió a los mandatarios para poner en común algunas de los problemas actuales, como la inmigración o el desarrollo económico, y coincidieron en la necesidad de estrechar los lazos de colaboración. De las declaraciones del titular de Exteriores, Miguel Ángel Moratinos, cabe deducir el intento de Zapatero de reactivar la política española en los países bañados por el Mediterráneo.

Tanto Buteflika como Mubarak, expresaron al responsable del Ejecutivo español su apoyo a la Alianza de Civilizaciones en sendas reuniones bilaterales que han mantenido con motivo de su presencia en Sevilla para asistir a la inauguración de una exposición sobre el filósofo árabe Ibn Jaldún titulada El Mediterráneo en el siglo XIV: Auge y declive de los imperios.

El ministro de Asuntos Exteriores, Miguel Ángel Moratinos, valoró de forma positiva ambos encuentros -de apenas 15 minutos cada uno-, en los que se abordaron de forma genérica la situación interna de cada país, el Sahara, el terrorismo internacional, las relaciones comerciales bilaterales o el creciente protagonismo de Irak e Irán y el gobierno de Hamas.

Enfoque global

Especial atención han dedicado a la situación en Oriente Medio, dado el interés que mostró Zapatero en conocer el punto de vista de ambos mandatarios en este tema. En este sentido, los tres mandatarios han mostrado su confianza en que el pueblo palestino tenga esperanzas de paz a corto o medio plazo, y se han producido los primeros contactos para que, después del verano, el presidente español mantenga reuniones de alto nivel en El Cairo y Argel, a donde también podrían desplazarse los Reyes de España.

Zapatero y Buteflika han intercambiado opiniones sobre las avalanchas de inmigrantes recibidas en las costas españolas en los últimos días, dada la situación geográfica de Argelia. El secretario de Estado de Asuntos Exteriores, Bernardino León, explicó que se han abordado puntos de interés común, «en los que Argelia ha abogado por un enfoque más global» del asunto, aunque han coincidido en resaltar la necesidad de intensificar las actuaciones entre ambos países.

Estas reuniones han servido, además, para impulsar la Alianza de Civilizaciones propugnada por Zapatero. Así, Moratinos resaltó que la inauguración de la muestra sobre las relaciones entre Oriente y Occidente en el siglo XIV «confirma los vínculos entre los principios y valores del Mediterráneo, y de Ibn Jaldún, con los compromisos del Gobierno español».

Foto con anécdota

La anécdota de la tarde se produjo a la conclusión de ambas reuniones bilaterales. El presidente del Gobierno se acercó para hacerse la foto de familia con el resto de mandatarios asistentes al acto (entre ellos, el secretario general de la Liga Árabe, Amr Moussa, el Príncipe Faisal Ben Al Husein de Jordania; el Príncipe Moulay Rachid de Marruecos o representantes de Qatar, Siria o Túnez), que permanecieron un rato colocados bajo su respectiva bandera esperando la llegada de Buteflika y Mubarak. Finalmente no se pudo producir la foto de familia y todos los dirigentes se apresuraron hacia los Reales Alcázares de Sevilla para asistir a la inauguración de la muestra.

Tras la inauguración de la exposición el Rey Don Juan Carlos destacó el valor de la cultura como motor del progreso y de las relaciones entre Europa y el mundo árabe-magrebí. Unas relaciones que, por historia y vocación mediterráneas, «España -agregó don Juan Carlos- ha promovido como una de las dimensiones esenciales de su identidad y acción exterior».