En busca de un líder para el nuevo proyecto

Espárrago dijo adiós ayer. En una breve comparecencia, que no rueda de prensa porque no hubo lugar a las preguntas, Antonio Muñoz anunció la decisión de no renovarle y el que ha sido entrenador del Cádiz durante las dos últimas temporadas se despidió. Lo hizo con elegancia, con mesura, sin decir una palabra más alta que otra.

Anunciado ya lo que era un secreto a voces, hay que buscar el recambio. Toda la afición cadista está ávida de saber. Quieren noticias y seguro que en los próximos días saldrán a la palestra mil y un nombres. Algunos con cierta credibilidad, otros absurdos. A bote pronto, que recuerde, se ha hablado ya de Antonio Tapia, José Aurelio Gay, Diego Pablo Simeone, Pepe Mel... pues bien, ninguno de ellos será.

Además, no va a haber decisión en breve. Ni mañana, ni pasado, ni al otro. En el Cádiz quieren hacer las cosas despacio. De momento tienen claro el perfil que se busca, que es el mismo de hace cuatro temporadas. Es decir, un entrenador con ambición, que quizá no tenga mucho nombre todavía en la élite pero que esté dispuesto a forjárselo en el Cádiz. Exactamente lo mismo que se buscaba cuando se encontró a Jose González. Por eso no es en absoluto descabellado que una de las opciones que se estén barajando sea repescarlo. Otro de los entrenadores que encajarían en ese perfil y que ya ha sonado en algún medio de comunicación madrileño es Pepe Murcia, aunque de momento no hay nada de nada ni con ellos ni con nadie.

Y es que sobre la mesa de Alberto Benito no hay un solo nombre. Ni dos. La intención es hablar con al menos tres o cuatro entrenadores para saber qué piensan y qué les parecería unirse al proyecto del Cádiz. Tal y como se hizo hace dos veranos, cuando el secretario técnico cadista se reunió con Quique Sánchez Flores, con Espárrago o con Gay. En definitiva, que salvo sorpresa, nos quedan unos cuantos días de culebrón.

Por cierto, un apunte que nada tiene que ver con esto. Como pueden leer en esta misma página, Benjamín compareció en rueda de prensa para defender su profesionalidad por todo lo acaecido en torno a su lesión. Algo que es perfectamente comprensible. Sólo un pequeño matiz, para hacerlo dudó de la profesionalidad de los demás. Él vive del fútbol y nosotros de contar cosas. Y él dice que lo inventamos. Jamás hemos inventado nada. Todo lo que hemos escrito está perfectamente contrastado y en el club lo saben. Podemos equivocarnos, que no es el caso, pero no inventamos. Y si erramos, rectificamos.

Un ejemplo, sin ir más lejos. Ayer publicamos que Muñoz cenó con la comisión deportiva en el restaurante Arana. No era cierto. Nuestra fuente falló. Estaba Muñoz pero era una cena privada que nada tenía que ver con el fútbol. Rectificado queda.