INVITADOS. Los militantes del PP detenidos, Isidoro Barrios y Antonia de la Cruz, en el Pleno. / EFE
ESPAÑA

Zapatero cierra filas con Alonso ante el acoso del PP por el 'caso Bono'

Rajoy acusa al Gobierno de ordenar las detenciones de los dos militantes de su partido Los diputados populares bajan el tono en el Congreso tras la bronca del pasado jueves

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José Antonio Alonso «va a continuar en su puesto». Con estas palabras, el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, cerraba filas ayer con el ministro de Defensa y destacaba la «muy buena gestión» que realizó al frente del Ministerio del Interior. De esta forma, el jefe del Ejecutivo respondía a las críticas de los diputados del PP por las detenciones de dos militantes populares durante una manifestación de la Asociación de Víctimas del Terrorismo (AVT) en la que el entonces titular de Defensa, José Bono, fue increpado.

Las aguas parlamentarias volvieron ayer a su cauce en el Congreso, después de la tormentosa sesión del pasado jueves cuando el presidente de la Cámara expulsó al diputado del PP Vicente Martínez-Pujalte y soportó un monumental tumulto del partido de la oposición. En la sesión de control al Gobierno, el grupo popular arreció en su acoso al ministro de Defensa para que presente la dimisión por la detención de los militantes del PP cuando él ocupaba la cartera del Interior. Sin embargo, los diputados de la oposición rebajaron la bronca y el debate discurrió dentro de los parámetros normales.

El silencio de Pujalte

Martínez-Pujalte había anunciado que no volvería a provocar pero tampoco se escondería y así lo hizo. Mientras, sus compañeros de grupo protestaron por las afirmaciones de los miembros del Gobierno con abucheos y exclamaciones, pero sin salirse de tono.

Los socialistas, sin embargo, recorrieron el camino inverso y se les vio más alterados que de costumbre en esta sesión. Exhibieron sus protestas ante las acusaciones del partido opositor y arroparon con aplausos al ministro de Defensa. José Luis Rodríguez Zapatero fue el primer valedor de Alonso y anunció que «va a continuar en su puesto». Salió en defensa de su trabajo como titular del Interior donde «hizo una muy buena gestión» -dijo- «en defensa de la seguridad, de la libertad y de los derechos de los ciudadanos».

Desmintió las afirmaciones del PP sobre la falta de libertades, aseguró que «el Gobierno no ha escurrido el bulto» y explicó que el delegado gubernamental en Madrid «se hizo cargo de los efectos» de la sentencia condenatoria a los tres policías y presentó la dimisión «sin tener responsabilidad».

«Lo vi con mis ojos»

El actual responsable del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, respondió a dos preguntas de la oposición destinadas a Alonso y arremetió contra los populares. «El ministro no faltó a la verdad», dijo. «Yo también sostengo que hubo agresión», mantuvo en otro momento. «Yo lo vi con mis propios ojos y lo vieron millones de españoles», abundó.

Alonso se ratificó en sus afirmaciones y defendió la corrección de la actuación de la policía. Pero la plana mayor del PP, que concentró todas sus preguntas de esta sesión en este asunto, sumó esfuerzos para atribuir al Gobierno responsabilidades políticas.

«Ustedes no quieren asumir responsabilidades políticas», clamó Mariano Rajoy, que acusó al Ejecutivo de hacer «pagar» a los funcionarios policiales la ilegalidad cuando -según dijo- «actuaron a instancias de órdenes superiores».

«Ésta es una democracia sólida», le replicó Zapatero y afeó la conducta de los populares por la bronca de la semana pasada. «No nos van a encontrar en la respuesta a sus actitudes», anunció y declaró que siente «estupor y vergüenza ajena» por «determinadas provocaciones parlamentarias y bufonadas».