CAMPEONES. Los juventinos alzan la copa tras el partido. / AP
CALCIO ITALIANO

La Juventus se alza con el título venciendo a la Reggina

A los turineses les bastaba el empate en la última jornada o incluso la derrota si el Milan no se imponía a la Roma Trezeguet y Del Piero fueron los goleadores del partido

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La Juventus de Turín, que ganó a la Reggina (0-2), en el terreno neutral de Bari, conquistó en la última jornada el campeonato nacional liguero italiano 2005-06, que representa el vigésimo noveno en la historia del club piamontés.

Tras la última jornada de la Primera División, el Juventus sumó 91 puntos, por los 88 del Milán, segundo clasificado y que ganó en casa a la Roma (2-1).

A la Juve la bastaba sólo con el empate en Bari, donde se jugó el partido al estar clausurado el terreno de la Reggina; siempre y cuando el Milán ganase, pues si no hasta perdiendo era campeón. Se llegaba tras una semana de polémica por el asunto de las interceptaciones telefónicas de las Fiscalías, que ponen en duda el futuro del club en la máxima categoría y, para olvidarlo, el equipo saltó tranquilo y concentrado.

Hizo suyo el mando ante un rival que ya tenía su scudetto particular en la salvación obtenida hace dos jornadas y se volcó sobre la meta del Reggina en busca del gol de la tranquilidad. Lo encontró en el minuto 23, con David Trezeguet y, quizás por la tensión vivida durante la semana, fue celebrado por los jugadores juventinos como si se tratará de la consecución de la Copa del Mundo.

El 0-1 hizo jugar aún con mayor tranquilidad a la Juventus, que se limitó a controlar y dejar pasar los minutos en busca de cantar el alirón liguero. Eso sí, en el último minuto, amplió su triunfo con un gol de su capitán, Alessandro Del Piero (91'), que había saltado en la segunda mitad.

El conjunto turinés se llevaba el scudetto sobre el terreno de juego, le era entregada la Copa que le acredita como tal, que supone su teórico vigésimo noveno título. Pero que le llega en medio de dudas, de interrogantes y de saber si le será revocado el del pasado año, e incluso descendido, por el escándalo de las escuchas.

Al mismo tiempo, en Milán el cuadro milanista estaba pasando de la alegría y esperanza de ver como se ponía por delante ante la Roma con un gol de penalti a cargo de Kaká (4'), a la decepción tras saberse del gol de Trezeguet.

El conjunto romano, que se jugaba la cuarta plaza (última de acceso a la fase preliminar de la Liga de Campeones), logró el merecido empate casi a la media hora obra de Mexes. Pero prácticamente al final, llegó un nuevo penalti en favor milanista, que fue materializado por Amoruso (91').

La cuarta plaza es de la Fiorentina, que ya partía con dos puntos de ventaja sobre la Roma y que ganó en su visita al Chievo.