Cartas

Nunca es tarde si Andalucia quiere

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Viví desde los ocho años unos momentos inolvidables, corría el año 76 y eran tiempos del ejercicio predemocrático de una acción política y sindical, que no de su nacimiento y pensamiento.

Siempre he pensado que la utopía se alcanza con el tiempo y el querer, pues querer es poder, pero empiezo a no creer cuando los gobernantes andaluces en mi nación utilizan mi realidad nacional para especular con el voto y es lamentable decirlo y cuesta más hacerlo creer; viene sucediendo desde principios de los 80. Don Felipe dice que desde la distancia ve a España con una perspectiva distinta, será porque ya no se conforma con lo que tiene en Sudamérica y Centroamérica. El de Algodonales que el Ave está muy bien, pues fue de Sevilla a Madrid y vuelta a Sevilla, que el algodón no engaña (aunque se joda sin reforma agraria) y el tiempo apremia que si no se cumple me devuelven el dinero. Fijaos que hasta, por entonces, Don Santiago volvió con la peluca, pues ya aventuraba su futuro. Tomé conciencia pronto y la misma trato de inculcarle a mi hijo mayor que aunque 7 años y medio tiene no deseo que para su bienestar le pasen ni nuevas ni tantas generaciones. No me importa si fue Jefferson quien dijo que le gustan más los sueños del futuro que la historia del pasado, si luego resulta que existen muchos que dijeron pero nunca hicieron y se creyeron hasta su propia mentira pues con ella conseguían su propósito.

Aún busco a María pa que coja la rienda de la Autonomía y a Marcelo que los paraos quieren currelo. En Andalucía interesa el estatus y en España el Estatut y el Eztatuto, que tanto trabajo costó, no sé si se cumplirá o mejor lo reformamos, pues así entretenemos y distraemos más, al articulado lo pasamos al preámbulo y a Don Blas de Casares a Benaocaz. Que jodido ver un buitre en lugar de una gaviota cuando ya no hace falta esconderse en Don Bosco o Santiago para pensar, hablar y actuar. Ya está bien de PiSOtEarnos, que nuestro flamenco es más que el tablao y busquemos una alternativa que no tan solo se quede en librería. No sé si leer El País, El Mundo o el ABC, si escuchar la COPE o la SER, si luego tenemos a Canal Sur que dice que Andalucía es historia, Andalucía es paisaje y una leche para todos los políticos bien nacidos en Andalucía que si no son capaces de ejercer y hacer por Andalucía, se les tendría que caer la cara de vergüenza (si la tienen, la cara sí) y no son dignos de estar ahí. Me cuesta trabajo creer que Andalucía es tierra de listos entre nosotros y de tontos para el resto, cuando luego resulta que algunos inteligentes utilizan al límite la listeza y muchos bondadosos sobrepasan el suyo que es la torpeza, cuando el creyente sigue anquilosado en la creencia y razón hay que darle al practicante que propone como mejor medicamento aquel cuyo principio activo tenga una dosis adecuada de hacer política, que no interaccione con nada, que tenga pocos efectos secundarios y ninguna reacción adversa y, sobre todo, que el que no lo sepa tomar se le administre e indique cómo hacerlo sin el estómago lleno. Ya está bien de que Andalucía sea el culo de Europa para disfrute de todos y apoyemos una fuerza política que además de propia tome conciencia de lo nuestro, potencie nuestra identidad como pueblo y más que andaluza, sea humana.

Emilio Rubiales Villalobos. Miembro del Centro de Estudios Históricos de Andalucía