TEMAS DEL DÍA

El juzgado militar admite a trámite la denuncia de un alférez de Tráfico por acoso laboral

Actualizado: Guardar
Enviar noticia por correo electrónico

El juzgado Togado Militar nº 22 de San Fernando ha admitido a trámite la denuncia presentada por un alférez de Tráfico contra su superior, el capitán jefe del subsector de la Guardia Civil, a quien acusa de acoso laboral. Esta persona es el máximo responsable de este servicio a nivel provincial.

La presunta víctima, que es miembro de la Asociación Gaditana de Ayuda a Víctimas de Acoso Laboral (Agaval), relata en su denuncia hasta 40 episodios de maltrato psicológico, entre los que detalla algunas vejaciones, situaciones de marginación o negación de la comunicación verbal por parte de su superior. Además, describe cómo fue atacada su dignidad personal y cómo acudió en reiteradas ocasiones a sus inmediatos superiores, respetando la cadena de mando, sin obtener ningún tipo de solución.

En la denuncia aparece acotado el tiempo que duró supuestamente el acoso. Así, los episodios comenzaron, según Agaval, en el verano de 2002, tras ocupar el denunciante el puesto de alférez, y se ha prolongado hasta principios de 2006.

Este periódico ha tenido acceso al largo listado de personas que han sido llamadas a declarar por el juzgado, en calidad de testigos. Hasta 25 agentes de la Guardia Civil pasarán por las dependencias judiciales de La Isla; entre ellas están un teniente coronel, dos comandantes y el homólogo del denunciante en el destacamento de Jerez.

Según explicaban fuentes de Agaval, que ha asesorado a su socio y le ha ayudado en su proceso de recuperación, el detonante final que llevó al alférez a tomar la decisión de denunciar su caso ante la autoridad judicial, fue su cese como responsable del destacamento de Cádiz. El denunciante sostiene que el único argumento que le dieron fue la «falta de confianza en él», y que nada tuvo que ver con su forma de trabajar. También explica que este cese llegó cuando se encontraba de permiso por el nacimiento de su hijo y se encontraba alejado de su entorno laboral desde hacía dos meses.

En la asociación destacan cómo durante el tiempo que ejerció de jefe de destacamento nunca fue expedientado ni sancionado y sí fue felicitado en varias ocasiones por sus jefes, que le remitieron agradecimientos por escrito.