La Policía egipcia abate al 'cerebro' de los atentados del Sinaí
Actualizado: GuardarLa Policía egipcia abatió ayer al cerebro de los últimos atentados de la península del Sinaí que se cobraron la vida de decenas de personas, en el transcurso de una emboscada que tuvo lugar a primera hora de la mañana en un olivar apartado situado sólo unos kilómetros al sur de la ciudad de Al-Arish.
Naser Jamis al-Malahi, de 30 años y padre de tres hijos, lideraba el pequeño grupo islamista Monoteísmo y Guerra Santa que en los últimos 18 meses cometió sangrientos atentados. En el último de ellos, ocurrido el 24 de abril en el balneario de Dahab, en la costa del mar Rojo, murieron al menos 19 personas, según datos oficiales.
El general Isam al-Sheij, jefe de la Policía en la zona norte del Sinaí, explicó que se habían recibido informaciones en el sentido de que Al-Malahi se hallaba oculto en una área rural del distrito de Al-Karameh, situada muy cerca de Al-Arish, y enseguida se desplazaron a la zona numerosos agentes. Las fuerzas de seguridad rodearon al fugitivo y pronto se originó un tiroteo que duró media hora durante el que el líder terrorista fue abatido y uno de sus cómplices, llamado Muhammad Abdullah Abú Grair, detenido ileso después de que se quedase sin munición. Según los pocos datos que facilitó a la prensa el mando policial, en el lugar se hallaron armas automáticas y explosivos.
Al-Malahi sucedió en el liderazgo del grupo a Jalid Musaid, que murió a manos de la Policía en 2005.
Se le atribuyeron, entre otros, los atentados de Taba y Rash al-Shaitan de octubre de 2004 en los que murieron 34 personas y el de Sharm al-Sheij, de julio de 2005, donde perecieron 64. El ataque de Sharm al-Sheij fue reivindicado como un acto de venganza por la presencia de tropas occidentales en Afganistán.