CONFIANZA. Javier Zaragoza, nuevo fiscal de la Audiencia. / EFE
ESPAÑA

La Fiscalía estudia nuevos métodos de lucha contra el crimen organizado

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Expertos de la Fiscalía General del Estado estudian un proyecto para crear una 'superfiscalía' contra el crimen organizado. Ese nuevo órgano englobaría a las actuales fiscalías especializadas en la persecución del terrorismo, del narcotráfico y de la corrupción económica. Por ahora sólo es un plan teórico, pero al fiscal general, Cándido Conde-Pumpido, le gusta, y ya ha dado el primer paso para hacerlo realidad con el nombramiento de Javier Zaragoza como fiscal jefe de la Audiencia Nacional.

La fiscalía antimafia fue uno de los primeros anuncios de Conde-Pumpido tras su llegada a la Fiscalía General del Estado. Debería nacer de una reforma de la actual Fiscalía Anticorrupción, pero la idea no terminó de avanzar, sobrepasada por otras iniciativas más urgentes del nuevo fiscal general. El alto el fuego permanente anunciado por ETA ha permitido a algunos de sus colaboradores retomar aquel proyecto, ahora mucho más ambicioso.

Nadie duda dentro y fuera del Ministerio Público que Eduardo Fungairiño, todo un icono de la lucha antiterrorista, ha sido la primera víctima del alto el fuego etarra. Su salida de la Audiencia Nacional elimina una fuente de conflictos seguros en torno al 'proceso de paz' que puede abrirse en breve y deja en manos de Javier Zaragoza, un fiscal de prestigio y de absoluta confianza de Conde-Pumpido, la fiscalía que está llamada a jugar un papel protagonista en dicho proceso. Además, los actuales responsables de la Fiscalía General del Estado veían en Fungairiño una rémora a medio y largo plazo si el 'proceso de paz' concluye con la desaparición de la violencia etarra y es necesario acometer una redefinición de las competencias de la Audiencia Nacional y de la Fiscalía asignada a ese tribunal.

Los datos más actualizados señalan que, en 2004, los fiscales de la Audiencia Nacional asistieron a 155 juicios contra acusados por delitos de terrorismo, y a 622 contra procesados por delitos económicos o similares.

Si el fin de ETA se confirma, el número de sumarios por terrorismo puede caer hasta porcentajes muy pequeños respecto al volumen total de trabajo de la Audiencia Nacional, lo que introducirá un profundo cambio en el objeto y el método de trabajo de los fiscales asignados a ese tribunal. La actual dirección del Ministerio Fiscal cree que, para conducir ese cambio, Fungairiño se había quedado «antiguo».

Fiscales asignados

Los fiscales asignados a la Fiscalía Especial para la Prevención y Represión del Tráfico Ilegal de Drogas intervinieron a lo largo de 2004 en 234 procesos penales también abiertos ante la Audiencia Nacional. La cifra es un 7,7 por ciento mayor que el año anterior y confirma una tendencia al alza que se inició en 1998. Muchos de esos procesos investigaron complejos procesos económicos para 'blanquear' los pingües beneficios que genera el narcotráfico.

La Fiscalía Especial para la Represión de los Delitos Económicos relacionados con la Corrupción, a su vez, intervino durante 2004 en 122 procesos judiciales, tanto ante la Audiencia Nacional como ante juzgados ordinarios de toda España.

Este esquema de fiscalías especiales se queda obsoleto en un horizonte de desaparición de la violencia etarra. Conde-Pumpido cree con firmeza, según sus más cercanos colaboradores, que desaparecida ETA y con la amenaza del terrorismo 'yihadista' estable en las actuales ratios el verdadero riesgo está en la actuación de las organizaciones mafiosas internacionales, de las que cree que, de manera sigilosa, se han instalado ya en el país, y contra las que el Ministerio Fiscal necesita nuevos instrumentos de lucha.