Las 'peleas' con su mujer

Pedro Rizo no se cansa. Con sus 71 años sigue entrenando cada día y participando en casi todas las carreras populares de la provincia. «De 10.000 kilómetros para arriba», apostilla.

Él es feliz pero su mujer no lo termina de entender y le pide que deje de correr. «A mi esposa no le hace gracia. Dice que soy muy mayor y que cualquier día me puede pasar algo en las carreras. Pero es normal que me intente proteger. De todas formas, el médico me dice que tengo los pulmones estupendos».

No le ha salido ningún hijo ni ningún nieto maratoniano, «desgraciadamente», y le da las gracias a este deporte «pues me ayudó a dejar el tabaco».

Tiene más de 200 trofeos «y de placas ni te cuento» que guarda con orgullo, y recuerda sus comienzos en el año 82. «El médico me recomendó dejor de fumar y yo me pasé al atletismo. Al principio tuve algunos problemas. Entrenaba solo y la gente se reía de mí cuando me veía correr por la calle. Afortunadamente, eso ya no pasa».