«Me estranguló cuando estaba sola y podía haberme matado»
Francisca Sanz Valero, médico de Urgencias en Sanlúcar, fue brutalmente agredida y amenazada por el novio de una paciente
Actualizado: GuardarHa aprendido a vivir con el recuerdo de aquella noche traumática, pero reconoce que aún siente «miedo, indefensión y tristeza» cuando piensa en lo que le sucedió. Francisca Sanz Valero es médico del servicio de Urgencias del Hospital de Sanlúcar, un centro sanitario que soporta una gran presión asistencial durante los meses estivales, cuando la ciudad se llena de turistas.
En el verano de 2000 estaba haciendo su turno de guardia cuando una chica, que había visto horas antes con una crisis de ansiedad, insistió en que quería que la volviera a atender. En ese momento estaba asistiendo a un enfermo grave con riesgo de morir y le indicó que esperara. La joven, acompañada de su madre, abandonó el hospital, y ya por la noche, cuando la doctora Sanz estaba sola en su consulta, irrumpió en la misma un hombre que dijo ser el novio de la paciente.
«Puta, zorra, te voy a matar» fueron algunos de los gritos que Francisca escuchó antes de recibir un puñetazo en la cara y ser estrangulada. El agresor la agarró por el cuello con fuerza mientras insistía en sus insultos y amenazas. En ese momento llegaron dos compañeros de la doctora, que lograron detenerlo y llamaron a la Policía. «Yo estaba llorando y temblando porque en ese momento me di cuenta de que me podía haber matado», relata la víctima.
Mientras tanto, la novia del agresor le ponía una reclamación a la facultativa «por no haberla querido atender». «El chico salió con su novia y amigos como un héroe, porque no lo detuvieron», recuerda Francisca.
A pesar del miedo y de la indefensión, logró reunir fuerzas para denunciar los hechos. Y en octubre del año pasado llegó a un acuerdo con su agresor, por el que éste se declaraba culpable y aceptaba la pena y el pago de una indemnización. Francisca sigue trabajando en el mismo hospital, pero ya no tolera los insultos de los pacientes: «Ahora, cuando me dan dos gritos, me levanto y me voy», aunque asegura que los casos de agresividad contra el personal de Urgencias se dan «todos los días».