Berlusconi y Prodi se reúnen para pactar el sucesor del presidente italiano
Actualizado: Guardar«Silvio ha reconocido al Estado de Israel y por fin también a mí», bromeó la noche del miércoles Romano Prodi, tras coincidir con Berlusconi en la fiesta del 58º aniversario de la fundación de Israel, organizada en un céntrico hotel de Roma. El magnate, que por primera vez se refirió a sí mismo como jefe de la oposición, y el futuro primer ministro brindaron juntos y representaron una vuelta a la normalidad en sus relaciones.
Berlusconi presentó su dimisión el martes ante el presidente de la República, tres semanas después de las elecciones, y nunca ha admitido su derrota, pero por fin se mete en su nuevo papel. Inaugurado este nuevo clima de distensión, Prodi llamó ayer a Il Cavaliere y se reunieron por primera vez desde los comicios del 9 y 10 de abril. El objetivo, ponerse de acuerdo en un candidato común para suceder a Carlo Azeglio Ciampi como jefe de Estado.
La reunión, celebrada en el palacio de la presidencia del Gobierno que todavía ocupa Berlusconi, duró hora y media y, según Prodi, fue «cordial». Este encuentro tiene un gran valor simbólico, después de casi un mes de enfrentamiento y la negativa de Berlusconi a aceptar el resultado electoral.
Fue el efecto inmediato del llamamiento lanzado el día anterior por el propio Ciampi, tras rechazar un segundo mandato, para que Gobierno y oposición busquen el consenso. También supone una cierta cesión a las pretensiones de Berlusconi y el centroderecha, que exigían negociar conjuntamente el nuevo presidente de Italia y repetir la fórmula utilizada en su día para elegir a Ciampi: fue en 1999, con el gobierno de centroizquierda de Massimo D'Alema y consistió en evitar el debate público y las quinielas, primando las conversaciones privadas. El elegido fue alguien del agrado de las dos partes y que no era militante de ninguna formación.
D'Alema, favorito
En esta ocasión, el candidato del centroizquierda es el propio D'Alema, líder del DS (Demócratas de Izquierda), principal partido de La Unión, pero la oposición no lo acepta, aunque Berlusconi, que le aprecia, no lo ha dicho expresamente. Desde el punto de vista del centroderecha no es admisible que Prodi coloque a hombres de su cuerda en los tres principales cargos públicos, tras la elección de los presidentes de ambas cámaras. Ayer se habló de Franco Marini, nuevo líder del Senado, pero él mismo se descartó, mientras la opción de Berlusconi sigue siendo su hombre de confianza, Gianni Letta.