MADRID. Cabecera de la manifestación convocada por los sindicatos de UGT y CC OO. / EFE
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El diálogo con el Gobierno frena el espíritu reivindicativo en Madrid

El reciente entendimiento sindical con el PSOE y los empresarios permitirá cambios importantes

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El reciente entendimiento sindical con el Gobierno y los empresarios que permitirá la adopción de cambios consensuados en el Estatuto de los Trabajadores frenó el espíritu reivindicativo del Primero de Mayo. Los discursos de los líderes de UGT y CC OO, Cándido Méndez y José María Fidalgo, estuvieron cargados de notas y conmemoraciones nostálgicas. Este último tuvo que escuchar, un año más, voces discrepantes de su organización que le invitaron a abandonar la Secretaría General; lanzadas por jóvenes con pancartas del Partido Comunista, fotos del Che Guevara y banderas republicanas. No obstante, sus gritos fueron ahogadas por afiliados de UGT, que vitorearon sin cesar a su central.

El buen tiempo y el largo puente madrileño (cuatro días) no jugaron en contra de la asistencia. El número de participantes fue similar al de 2005. Se vieron ancianos, mayores, jóvenes y niños. Los convocantes como siempre exageraron y dijeron que habían acudido 60.000 personas, cifra que sobrepasó con creces la facilitada hace 12 meses, situada en 25.000. La Policía Municipal de manera extraoficial bajaron la cifra a unos 6.000.

Sin entusiasmo

A diferencia de otras conmemoraciones de la Fiesta del Trabajo, el acto careció de entusiasmo reivindicativo. Las charangas y zancudos no aparecieron, a cambio un anciano con su armónica entonó varias veces La Internacional. No se escucharon críticas contra el Gobierno ni contra los empresarios. Ningún aplauso interrumpió las intervenciones de Méndez y Fidalgo. Eso sí, como música de fondo, una veintena de afiliados a CC OO pero contrarios a Fidalgo no paró de gritar «que no que no nos representas», «se va a acabar la burocracia sindical» o «se va a pagar, se va a pagar la nueva reforma laboral» en alusión al acuerdo que Gobierno, empresarios y sindicatos firmarán en torno al 9 de mayo. El colectivo aseguraba pertenecer al PCE y a la Plataforma de Ciudadanos por la Tercera República.

Siniestralidad laboral

Respecto a los discursos de los líderes de UGT y CC OO, fueron intervenciones cargadas de notas nostálgicas. Méndez y Fidalgo se refirieron al alto índice de siniestralidad laboral. Para el secretario general de UGT «la prioridad absoluta del movimiento sindical» es acabar con los accidentes de trabajo. Fidalgo criticó que pese a los 10 años de vida de la Ley de Seguridad Laboral la norma «no ha entrado en las empresas» y pidió «responsabilidad penal» para los empresarios que por falta de medidas mandan a sus trabajadores a la muerte.

En relación al proceso de paz que se ha puesto en marcha, el responsable de CC OO pidió el final de ETA «sin más concesiones que las que permita la democracia» y se congratuló de que la unidad de los partidos, y de la sociedad civil, y la dignidad de las víctimas y de las Fuerzas de Seguridad del Estado hayan conseguido que la banda terrorista «haya sido vencida y rendida».