Celebración
Actualizado: GuardarEn algunas cosas vamos en moto. Por ejemplo, en el Mundial de 125 donde hemos impuesto un triplete histórico, copando el podio. Hacía tiempo que no se veían tantas banderas españolas juntas, ni siquiera en la calle. También el gran Rafael Nadal nos proporciona esa gloria refleja que depara el deporte. En este chico la victoria se está convirtiendo en costumbre y bate al que se le ponga por delante, sobre todo en tierra batida. Donde tenemos menos motivos de celebración es precisamente en el Día del Trabajo que acabamos de celebrar. El Primero de Mayo por poco se convierte en un 2 de mayo en tierras cordobesas de El Carpio, propiedad de la Duquesa de Alba. El secretario general de los jornaleros andaluces, Diego Cañamero, que siempre habla claro y desprende un honrado olor de herramientas y de manos, ha dicho que en los últimos tiempos de Franco y los primeros de UCD se repartieron más tierras que durante los 25 años del PSOE. No hay que preguntar contra quién va ese elogio.
Los discursos de los líderes sindicales desembocan en la palabra paz, ya que no han podido desembocar en la Puerta del Sol, que está en obras. ¿De qué pueden hablar los secretarios generales de CC.OO y UGT más que de esperanza?
El paro no ha aumentado últimamente y no estamos en un buen momento ni para dejar de fumar ni para subir los sueldos. Se negocian reformas, pero la situación económica mundial, los gastos de la guerra y el precio del petróleo estropean el negocio.
Quizá el próximo Primero de Mayo haya más cosas que celebrar, o bien se celebren con más entusiasmo aunque esas cosas no se hayan producido. Hay que tener en cuenta que esta fiesta data de 1885 y desde esa fecha ha venido creciendo. Como sus motivos.