ENTENDIMIENTO. Blanco bromea con Llamazares en la marcha del 1º de Mayo de Madrid . / GIL / GARCÍA.
ESPAÑA

El PSOE pactará con los partidos la fórmula para que Zapatero abra el diálogo con ETA

Moncloa mantiene la incertidumbre sobre si el presidente anunciará el comienzo de conversaciones con la banda durante el debate de Estado de la Nación El Gobierno intenta evitar una votación en el Congreso que violente al PP

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El secretario de Organización del Partido Socialista, José Blanco, anunció ayer que su formación tratará de pactar con todas las fuerzas parlamentarias la comparecencia en el Congreso de Rodríguez Zapatero en la que el presidente pedirá a la cámara que respalde el diálogo del Ejecutivo con ETA. El 'número dos' del PSOE, que ayer participó en Madrid en las celebraciones del Primero de Mayo, aseguró que los socialistas tienen intención de conseguir el aval del Parlamento para los contactos con la banda terrorista siempre sobre la base del «diálogo y el compromiso de todos» los partidos. En ese sentido, insistió en que el PSOE «buscará el consenso y el acuerdo» para consolidar la «esperanza de paz» abierta en el País Vasco después de que ETA anunciase el pasado 22 de marzo un alto el fuego permanente.

El PSOE intentará con este acuerdo seguir las directivas marcadas desde Moncloa, que quiere evitar a toda costa que José Luis Rodríguez Zapatero tenga que conseguir el respaldo del Parlamento para hablar con ETA a través de una votación, lo que obligaría, muy probablemente, a que el Partido Popular votara en contra de cualquier contacto con la organización armada.

Según informaron la pasada semana fuentes del Ejecutivo, el propio José Luis Rodríguez Zapatero quiere acordar con el líder del PP, Mariano Rajoy, la fórmula para conseguir esta autorización de la cámara sin que haya un pleno específico de la cuestión. El jefe del Ejecutivo y el de la oposición ya trataron este asunto en la última conversión que mantuvieron y los responsables del Gobierno piensan que existen muchas posibilidades de que Rajoy acepte una fórmula que le evite pronunciarse expresamente.

Informar a la cámara

El PSOE y Moncloa creen haber encontrado una solución: se trata de los artículos (202 y 203) del reglamento del Congreso. Estos preceptos facultarían a Rodríguez Zapatero a informar simplemente a la cámara de su intención de la apertura de unos contactos, sin tener que someter luego el asunto a la votación del pleno. Se trataría pues de una aprobación por asentimiento.

El presidente del Ejecutivo, según sus colaboradores, ha rechazado ya la posibilidad de utilizar la figura de la 'comunicación previa' (prevista en los artículos 196 y 197 de ese mismo reglamento) que llevaría acompañado un debate parlamentario específico y después una votación sobre una propuesta de resolución.

La fórmula sin votación -señalaron estas mismas fuentes- está encaminada a no dar ningún paso que fuerce una discrepancia entre el Gobierno y el primer partido de la oposición. Rodríguez Zapatero quiere retener al PP a su lado tanto tiempo como le sea posible y por ello ha ordenado a su gabinete que ignore «en la medida de lo posible» las palabras de los dirigentes más 'radicales' como José María Aznar, Eduardo Zaplana o Ángel Acebes. El presidente está convencido de que, más allá de sus estrategias, el líder de la oposición es consciente de la importancia del momento.

Estado de la Nación

Aunque Moncloa todavía no quiere avanzar nada, son cada vez más los responsables del PSOE que apuestan porque Zapatero informe a la cámara sobre sus futuros contactos durante el debate sobre el Estado de la Nación, que tendrá lugar a finales de este mes o a principios de junio. Sin embargo, la posibilidad de hacer el anuncio durante el debate cuenta con la oposición de destacados ministros, partidarios de separar los dos plenos porque no quieren que se fuerce un adelanto del debate sobre la tregua.

Tampoco el PP quiere que coincidan ambas cuestiones y ya ha manifestado que si se solapasen en la misma sesión sería desvirtuar el propio debate sobre política general. No obstante, el resto de los grupos ve con buenos ojos la hipótesis de que el presidente utilice esa sesión para pedir el aval del Parlamento.