¿Ya está bien de paripé!

Mientras escribo estas líneas, en toda España, la FIFA, Sudamérica y hasta Nueva Zelanda están pendientes de lo que ocurre en el Ramón Sánchez Pizjuán, en el encuentro de vuelta de la semifinal de la UEFA que enfrenta a los españoles contra los alemanes del Schalke 04. Y digo a los españoles, porque también son españoles pese a que todo el país se haya quedado sin ver un partido histórico independientemente de quien tenga la culpa y del resultado.

Pero lo que tampoco es de recibo es el paripé protagonizado el domingo por sevillistas y barcelonistas después del diluvio que cayó sobre la capital hispalense. ¿Qué se han creído estos dos equipos que somos tontos! Todo el mundo pudo ver que no quisieron jugar y que no me vengan con excusas, porque los artilugios que empleaban para quitar el agua eran los de la Segunda República de hace 75 años. Y ese delegado del Sevilla salpicando continuamente al árbitro con los charcos para convencerle de que el césped estaba impracticable. Lamentable.

Muchos se preguntarán el motivo de mi enfado. Pues no es otro que la posibilidad de que el reajuste del calendario pudiese afectar a mi selección nacional. No es de recibo que con un Mundial a la vista sucedan estas cosas, cuando todos los aficionados estamos ilusionados soñando con el papel que realizará el equipo de todos en la cita alemana. Es más, yo oyendo a Fernando Torres decir que Raúl es nuestro líder natural ya me emociono. Todos tenemos que estar con los chicos de Aragonés pensando que son los mejores, aunque Villa marque tres goles en un partido y luego sea suplente.

A los muchachos de Sevilla y Barcelona pedirles un poquito de más vergüenza, y que yá está bien de paripé. Total, lo único que queriáis era reservaros para una semifinal continental, sin respetar a una selección que está harta de luchar por estar siempre entre las cuatro mejores.