PAN Y CIRCO

Milagro

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En mi opinión, este nombre que, aunque pertenece al ámbito de la religión, se ha repetido tantas veces con el fin de infundir ilusión y esperanzas a los jugadores y a los aficionados cadistas, es el idóneo para calificar el próximo encuentro en el Nou Camp. A pesar de que todos éramos conscientes de las múltiples y de las arduas dificultades que entrañaba ganar al resto de los equipos, también sabíamos que, empleando sus propias armas -la disciplina, el trabajo, la entrega, el sacrificio y la humildad-, el conjunto amarillo podía aspirar a compensar la calidad técnica más elevada y la experiencia más dilatada de unos clubes cuyos presupuestos económicos son notablemente superiores al nuestro. Para la contienda del próximo sábado, sin embargo, los pronósticos esperanzadores resultan más fantásticos porque a nadie se le escapa el excesivo desequilibrio que se deriva de las diferencias abismales que separan las trayectorias reflejadas en los números que figuran en sus respectivas historias, en sus cuentas financieras y, en estos momentos, en las cifras que aparecen en los casilleros de la clasificación. Pero es que, además, las circunstancias que rodean a este encuentro aumentan el desnivel y hacen humanamente imposible la victoria cadista: Frank Rijkaard, todos lo jugadores y la multitudinaria afición blaugrana han declarado al unísono que éste es el partido en el que, desde hace tiempo, habían soñado para entonar el alirón; la máquina azulgrana está perfectamente engrasada, no quieren esperar más y todos se disponen a disfrutar de una segura victoria. Ésta es la realidad pero, en el fútbol y en la vida, hemos de evitar ser excesivamente realistas y, con este fin, debemos añadir unas gotas de imaginación, de ilusiones, de fe y de esperanza para eludir, al menos, el aburrimiento, el hastío y el desaliento. Incluso los que están convencidos de que, en otros ámbitos de nuestra vida, no existen los milagros, tendrán que reconocer que, en el fútbol, mientras se mantenga viva la confianza, todo es posible.