El Seprona se incauta de la mayor partida de inmaduros de los últimos años
De la lonja de Sanlúcar se sacaron 14.000 kilos de boquerones La intervención se llevó a cabo ante el enfado creciente de los pescadores
Actualizado: GuardarDos meses después de que el Seprona sacara del mercado la mayor incautación de pescado inmaduro que se hacía en la ciudad de Cádiz, la Guardia Civil junto a los inspectores del Ministerio de Agricultura y Pesca, volvieron a dar un fuerte golpe al comercio en las lonjas pesqueras de la provincia. En la Comandancia de Cádiz no se recuerda una cantidad de inmaduros tan voluminosa desde hace años. 14 toneladas fueron apartadas en Sanlúcar el pasado martes ante las caras enfadadas de los pescadores.
Una nueva inspección pesquera rutinaria frenó la subasta que en el puerto de Bonanza se realizaba con las últimas luces vespertinas. Los agentes y los inspectores se percataron de que había género expuesto, preparado para la venta, que no alcanzaba la talla mínima reglamentaria, que en el marco del Golfo de Cádiz está estipulada en diez centímetros.
Gran parte de la mercancía que fue decomisada ya había sido vendida y estaba siendo cargada en vehículos isotermos. Alrededor de unos 5.000 kilos constituían la partida más grande de las ochos que fueron sacadas del mercado y que estaba preparada ya para su transporte por carretera.
Mientras los inspectores utilizaban las reglas para medir las tallas de las capturas, las caras de los pescadores y comerciantes, que en ese momento eran unos 200, se iban volviendo cada vez más serias.
El ambiente se tensó cuando las primeras cajas eran retiradas. Los pescadores, que veían como se perdía su jornal, protestaban y pedían a los agentes que no fueran tan estrictos con la medición. De nuevo, se reprodujeron las quejas de anteriores incautaciones, como advertir que había capturas que superaban las dimensiones reglamentarias y que se confundían con otras que no alcanzaban los famosos diez centímetros.
Sin reclamar
Cuando terminó la inspección, la Guardia Civil formuló las correspondientes denuncias contra los propietarios del género. Curiosamente, una partida de unos 4.000 kilos no fue reclamada por nadie. Probablemente, el propietario de ella optó por no decir nada para eludir la sanción, según fuentes del Instituto Armado.
En esta ocasión, las partidas fueron trasladadas directamente al Centro de Recuperación de Especies Marinas. Al cierre de esta edición no se pudo confirmar si los miles de kilos de pescado iban a ser destinados finalmente al Banco de Alimentos para su reparto entre las personas más necesitadas.