BRIDGESTONE. Los neumáticos de la escudería italiana. / AFP
AUTOMOVILISMO FÓRMULA UNO

Alonso teme que la lluvia se convierta en la aliada de Ferrari en Imola

Las previsiones anuncian mal tiempo La respuesta de los neumáticos, la clave

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El circuito de Imola, que albergará este fin de semana el Gran premio de San Marino de F1, está enclavado a orillas del río Santerno, en una zona de la Emilia Romagna en la que se prevén fuertes aguaceros a lo largo de todo el fin de semana. Ayer el sol lucía en la pista italiana, pero esas previsiones de mal tiempo pueden ser las grandes aliadas de Ferrari e iniciar ese resurgir que pronostica Alonso pero que no acaba de llegar.

Bridgestone siempre ha tenido una clara superioridad en agua sobre Michelin, pero hace tanto tiempo que no se disputa una carrera sobre mojado que las tornas han podido cambiar. Alonso siempre dice que es mejor correr en seco, por muchos factores, seguridad, tranquilidad, y sobre todo ahora que tiene un coche competitivo.

En los entrenamientos en Australia se vio que los Bridgestone siguen siendo superiores a los Michelin con agua en el asfalto, por lo que el mal tiempo podría ser el gran aliado de Ferrari. Otro de los factores que influyen de forma considerable con la lluvia es el menor desgaste de los motores, ya que se fuerzan menos, y esa es otra ventaja para los rivales de Alonso, cuyo Renault es casi irrompible.

Prácticamente desde el GP de Brasil de 2003, cuando Alonso sufrió un terrible accidente, no ha habido carreras con agua. Las ha habido con algunos chaparrones, como en Estados Unidos de 2003, cuando un poco de lluvia permitió al alemán Michael Schumacher y los Bridgestone hacerse con una victoria decisiva en la lucha por el título frente a Raikkonen.

En las primeras vueltas de Malasia 2004 también llovió ligeramente, pero la última carrera disputada toda ella bajo el agua fue la de Brasil en 2003. Si lloviera en Imola en la carrera, ya que en entrenamientos sí que ha habido lluvia intensa en algunas carreras recientes, el reparto de cartas sería muy distinto. Y la climatología puede ser la gran enemiga de Alonso, no porque el asturiano no sea rápido en mojado, que ya ha demostrado que lo es, sino por la inferioridad en cuanto a neumáticos que pudiera tener, entrando entonces en liza los Williams y los Toyota, además de Ferrari, como rivales a tener en cuenta, ya que están también equipados por Bridgestone.