«Con el pádel te diviertes desde el primer día que juegas»

El pádel es una de las grandes pasiones de Mauricio Grandes, jugador, profesor y miembro de la Ferderación Andaluza. Muy raro es el día que no pone el pié en las pistas de la Escuela Las Marías, en El Puerto, un lugar que se ha convertido en su segunda casa y donde, pala en mano, pasa una media de ocho horas diarias enseñando y, sobre todo, disfrutando.

-¿Qué tiene el pádel para atraer cada día a más gente?

-Es un deporte muy social. Los amigos se reúnen para jugar a un ritmo tranquilo durante un par de horas y luego se toman una cerveza juntos. Además, está el precio, lo de asociar el padel a lo pijo quedó atrás hace mucho tiempo. Hoy en día, es un deporte asequible para todos al que se puede jugar por dos euros, algo que no sucede con otros deportes como pueda ser, por ejemplo, el golf.

-Otra de sus ventajas es el que sea un deporte que se puede practicar a cualquier edad...

-En efecto. En este sentido hay que remarcar dos factores. El primero es que no hace falta tener una condición física excepcional para practicarlo de forma lúdica. El segundo, tiene que ver con su facilidad. En el tenis puedes pasar años para ser un jugador medio, en el padel, en cambio, te diviertes desde el primer día.

-¿Es el pádel un deporte más completo que el tenis?

-Lo mejora en muchos aspectos. Las bolas son mucho más largas y eso le da una mayor jugabilidad. El hecho de que existan paredes hace que el punto tenga más ritmo porque, si la bola te sobrepasa, rebota y vuelve hacia ti dándote de nuevo la oportunidad de golpearla. En mi opinión, en estos momentos, el padel se está comiendo al tenis.

-¿Qué carácterísticas deben reunir los jugadores que quieran ser profesionales?

-Es necesaria una combinación de técnica y forma física. Hay que tener en cuenta que, cuando se practica profesionalmente, el juego discurre muy rápido. Por este motivo, quizá uno de los principales requisitos es el de tener fuerza en las piernas para responder a las continuas arrancadas y paradas que exige un partido profesional.