Cartas

Homenaje de reconocimiento

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Hoy se cumple el 75 aniversario de la II República española, que surgió a raíz de un golpe militar y civil y no de unos comicios democráticos, alegándose argumentos insostenibles y tópicos como: «la guerra era inevitable», «la República nació fallida» o «los españoles no estaban preparados para la democracia», entre otras falacias tópicas, que abocaron a España a una guerra fratricida, la cual hizo realidad la profética frase, pocas semanas antes del pronunciamiento militar y civil, del preclaro Federico García Lorca -una de sus millares de víctimas-: «Estos campos se van a llenar de muertos».

A esa contienda siguió una cruentísima posguerra, que sumió a España en cuatro décadas de inusitada represión para los republicanos, que forzó al exilio a multitud de personas, al encarcelamiento más implacable o a la muerte y antes a las más explícitas torturas y vulneración de los más elementales derechos humanos a miles y miles de españoles y españolas. Éstos poblaron inicuamente ochocientas fosas comunes, sin derecho alguno a una sepultura digna, a diferencia, en flagrante agravio comparativo, de las víctimas del denominado bando nacional. ¿Es que los defensores de la II República legalmente constituida no eran también españoles y nacionales?

En uso de la libertad que me asiste, en el actual Estado de derecho al que optamos en España, tras la larga y negra noche del franquismo, expreso mi emocionado homenaje de reconocimiento y gratitud a los que la defensa de la democracia condenó a la falta de libertad en infrahumanas prisiones, hacinados que no encarcelados, a la esclavitud más inhumana, al ser utilizados como productores en obras exaltadoras de una victoria -que no una paz-, a no ser la de los cementerios, de una guerra entre hermanos, que sólo justifica la sinrazón de quienes no admitieron jamás la voluntad popular expresada en unas elecciones democráticas.

Alfonso Aguirre Cabezas. Puerto Real