Apuntes

Decadencia italiana

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Hoy se juega Italia su futuro. Y la contemplación del espectáculo preelectoral italiano que acaba de celebrarse, plagado de insultos, ha ofrecido un balance bien poco estimulante. Berlusconi, nervioso y tenso, se ha mostrado en los últimos días con su verdadera faz, que da miedo. Prodi, aviejado y aburrido, mantiene un discurso escasamente atractivo y no ha conseguido postularse más que como mal menor. En realidad, es manifiesto que faltan ideas y líderes en una política italiana debilitada por anteriores crisis y en la que los partidos tienen que luchar primero contra su grave desprestigio. La confusión entre intereses públicos y privados que Berlusconi representa resulta sobrecogedora, máxime cuando el polémico empresario ha sido incapaz de conducir a Italia hacia una vía económica de prosperidad.