Ganar para poder soñar
El Cádiz necesita la victoria ante el Betis si quiere seguir con vida en Liga Tras una semana llena de probaturas, Espárrago esconde su once titular
Actualizado: GuardarSin margen de error. Así afronta esta tarde el Cádiz un partido donde de no conseguir los tres puntos sentiría como el Betis le endosaría tan enorme peso en su equipaje que ya le sería prácticamente imposible recuperar el vuelo para mantener la nave en Primera. Pero claro, esto no lo puede contemplar ni el aficionado más pesimista dentro de los optimistas. Sobre todo, tras el cambio de imagen demostrado en el segundo tiempo ante el Atlético de Madrid y en Mestalla el pasado domingo.
Al grito de «Sí, sí, sí. Lo vamos a conseguir», los hombres de Espárrago saltarán al césped del estadio Carranza esta tarde con la única intención de conseguir la victoria. A sabiendas de que todo lo que no sea un triunfo ante los béticos les dejaría dejados de la mano de Dios en su lucha por la salvación, los cadistas han hecho piña esta semana para volver a reconciliarse con la victoria. En la mente de ningún integrante de la plantilla caben términos que no estén relacionados con la victoria. Saben que con un empate o una derrota les sería muy complicado abrir la boca para tratar de ilusionar a la afición después de recibir otro hipotético palo. Por esto mismo, durante toda la semana, desde el vestuario cadista no han salido más que palabras convincentes con la victoria ante el Betis.
Pero si existe convicción en la victoria, no se puede decir lo mismo que la haya en la mente de Víctor Espárrago respecto al planteamiento que sacará de inicio esta tarde. El entrenador uruguayo parece que no las tiene todas consigo y la confianza ciega que mostraba a principios de temporada hacia el tradicional 4-2-3-1 se ha visto alterada hacia posturas más arriesgadas con la defensa como principal perjudicada.
Muchas dudas
Estas dudas se han apreciado a lo largo de toda la semana. Los partidillos -muy poco frecuentes en Espárrago este año- han estado a la orden del día y en ellos se ha podido observar las elucubraciones del entrenador cadista. Como si del juego del teatris se tratara, Espárrago no ha parado de mover fichas. Tan pronto quitaba a Fernando Morán para dar entrada a Suárez como sustituía al asturiano para abrirle la titularidad a Pavoni. Eso en cuanto a los jugadores se refiere porque en lo que ocupa al dibujo táctico también ha variado un rato. Tan pronto diseñaba un rombo en la medular, como un doble pivote para después reconvertirlo en un trivote y acabar con el famoso cuadrado mágico de Luxemburgo.
Dicho esto, a día de hoy, el once que baraja en su mente es pura incógnita. La guerra psicológica con su colega Lorenzo Serra Ferrer empezó mucho antes de lo previsto. Producto de ello, Víctor Espárrago ha realizado dos de los entrenamientos de la semana a puerta cerrada. Y para más inri, en El Rosal, en donde le es más fácil escapar de los reporteros gráficos que tantos entrenamientos en Carranza les ha descubierto esta temporada. Sus cartas permanecen bien escondidas a igual que las del técnico balear que le empata en cuanto a entrenamientos a puerta cerrada esta semana se refiere con otros dos.
Pero siendo consciente de la necesidad de conseguir los tres puntos, lo más lógico es que Víctor Espárrago continue arriesgando con su nuevo sistema. Eso sí, con un pequeño matiz conservador en un esquema tan ofensivo. En este sentido, la baja por sanción de Fleurquin será ocupada por Suárez para dotar al centro del campo de una mayor contención en contra de quienes pronostican un centro del campo formado por Bezares y Fernando Morán. Así pues, el doble pivote formado por Suárez y Bezares daría al traste con el planteado el jueves por Espárrago en donde Pavoni y Lobos compartían la media punta dejando a Enrique y Sesma la punta de lanza. Un once éste demasiado arriesgado para comenzar pero no descartable en algunas fases del partido.
De esta manera, el equipo que más visos tiene de salir desde el inicio sería el formado por Limia en puerta, una línea de cuatro formada por Vella, Paz, De Quintana y Varela. El alicantino vuelve al costado izquierdo como ya hiciera en Segunda B con José como entrenador. Y ya en el centro del campo llega el lío. Bezares y Suárez estarán por delante de la defensa, Morán se situará por delante de ellos compaginándose con Lucas Lobos en las labores de construcción mientras que la dupleta de moda arriba, la compuesta por Enrique y Jonathan Sesma, volverán a repetir en la delantera.