Chaves acude al municipio y anuncia el impulso de diez proyectos para la ciudad
Actualizado: GuardarLas administraciones central y autonómica han puesto ya toda su maquinaria en marcha para disolver el Ayuntamiento de Marbella seis días después de que arrancara la 'operación Malaya' contra la corrupción municipal. Manuel Chaves, presidente de la Junta de Andalucía, avanzó ayer en su visita a Marbella que se abre ahora una nueva etapa, lejos del «desgobierno y del caos urbanístico» existentes, a su juicio, durante los últimos 15 años. El dirigente andaluz detalló que este ciclo, bajo la batuta de una comisión gestora, se caracterizará por «la normalidad democrática en el funcionamiento del Ayuntamiento, el imperio de la ley, el restablecimiento del Estado de Derecho y la recuperación de la confianza y la seguridad de los ciudadanos y la propia autoestima y la imagen del municipio ante el mundo exterior».
Proyectos «paralizados»
No fue su único anuncio. Chaves dijo que reactivarán un decálogo de actuaciones previstas para el municipio marbellí y la Costa del Sol que, hasta el momento, permanecen en el tintero «por los impedimentos que ha puesto el gobierno de Marbella», apostilló. Entre estos proyectos de envergadura se encuentran la ampliación del Hospital Costa del Sol y la creación de nuevas infraestructuras educativas y sanitarias, demandadas como agua de mayo. Para ello, se comprometió a reunirse una vez al mes en esta ciudad costasoleña con colectivos y empresarios. Vaticinó que la ciudad estará «mejor con más transparencia y con mayor ordenación de su urbanismo».
A su llegada al Centro Internacional de Turismo de Andalucía, Chaves fue recibido entre abucheos de una veintena de personas que reclamaba la convocatoria de elecciones. Para contrarrestar, dirigentes provinciales y locales del PSOE -entre ellos, el consejero de Turismo Paulino Plata- irrumpieron en aplausos. Chaves restó importancia al incidente. «Es la estrategia del PP de acompañarme a algunos actos», bromeó. Además, dio un aviso a navegantes: «Cualquier partido que busque rentabilidad política o electoral, se equivoca».