Todos con el Cádiz
Actualizado: GuardarLa angustiosa situación del Cádiz Club de Fútbol en la clasificación de Primera División (penúltimo, a cinco puntos de la salvación) invita al desánimo y al conformismo en un perveso juego para que el posible descenso haga el menos daño posible, como una terapia contra la rabia y la mala suerte. Pero una de las muchas grandezas del deporte es que las gestas son posibles y que en muchas ocasiones el corazón doblega a la lógica. Por ello ahora es el momento de hacer un llamamiento a la unión en torno a la pasión cadista para luchar hasta el final por el objetivo de la permanencia. En las siete jornadas que restan para el final sólo cabe apoyar al Cádiz y a sus jugadores para convencerlos de que es posible el éxito, de que no todo está perdido. Hace una semanas en estas mismas páginas se reclamó al club un cambio en la dirección del equipo que pudiese servir de revulsivo. Llegados a este punto, sólo cabe revalidar la confianza en Víctor Espárrago y apoyarle para que lidere una reacción que se antoja muy difícil pero no imposible. Luego, sea cual sea el resultado, llegará el momento de un análisis crítico y sereno sobre la gestión del club a todos los niveles y la labor de técnicos y jugadores.
Es absurdo tirar por la borda las pocas posibilidades que quedan aún sin aferrarse a la última oportunidad, al último partido, para que el Cádiz siga siendo un equipo de Primera División. Toda la ciudad debe volcarse para rememorar viejos éxitos que muchos recuerdan como el espíritu Irigoyen y que convirtieron a los amarillos en el equipo de los milagros. Pero junto a esta llamada a la pasión y a la euforia es preciso también recordar a todo el club su responsabilidad como profesionales, que no es otra que trabajar hasta el último segundo de la temporada para lograr la permanencia. En este mundo mercantilizado cunde la sensación entre muchos aficionados de que en los momentos difíciles hay jugadores con la cabeza en la próxima campaña, o en el próximo equipo. Esta posibilidad es, a todas luces, reprochable en caso de que fuese cierta y sólo los verdaderos protagonistas en el terreno de juego pueden desterrarla. El Cádiz y Cádiz necesitan ahora héroes que crean de verdad en la permanencia y seguidores dispuestos a disfrutar con este reto.Y al margen de este punto de vista exclusivamente deportivo se pueden valorar otras consideraciones de trascendencia y que conceden aún más importancia a la consecución de la permanencia. Tener un equipo en Primera División sitúa a Cádiz entre las grandes ciudades, favorece el movimiento económico con la visita de seguidores cada domingo de partido y genera ilusión y un sentimiento común de pertenencia a una ciudad y a una provincia que, sin lugar a duda, nos fortalece como colectivo. El próximo partido en casa ante el Betis debe ser el comienzo de un cambio de actitud que ayer se comenzó a vislumbrar en Valencia pese a la derrota. Zaragoza, Barcelona y Getafe son los compromisos que quedan a domicilio y Deportivo, Real Sociedad y Málaga los rivales que visitarán el Carranza. Siete jornadas para poner a prueba la cohesión del club y su afición y para intentar que la frase Todos con el Cádiz deje de ser un tópico para convertirse en un impulso colectivo.