El Xerez no sale del coma en Pucela y cosecha su undécima jornada consecutiva sin ganar
Lejos de lograr la deseada victoria, los azulinos volvieron a perder los puntos Sigue alejándose de la zona de ascenso
Actualizado: GuardarEl Xerez no es capaz de salir del coma. Hace ya meses que sufrió un duro accidente en Valdebebas que lo dejó en un profundo coma del que no es capaz de salir. Sólo se mantiene vivo gracias a la vitalidad que le dieron los puntos logrados en la primera vuelta, pero actualmente un equipo muerto mentalmente. El más mínimo contratiempo lo convierte en un zombi vagando por un prado verde.
La sensación inicial era la misma que la de hace siete días, cuando Chapín comentaba la mejora de sus hombres durante los primeros veinte minutos frente al Sporting. En pucela el nivel de intensidad no era tan elevado pero la cordura a la hora de triangular en los últimos tres cuartos de campo, daba cierta fluidez a las llegadas de los azulinos.
La aparente solidez se desmoronó por un punto clave. Un pase en profundidad dejó en evidencia el centro de la defensa. Tote no fue eficiente en el uno contra uno frente a Tete pero el rechace le volvió a caer a un jugador del conjunto pucelano y Álvaro empujó el cuero a gol sin ninguna oposición.
Ese tanto sirvió para destrozar la moral de los xerecistas que acabó totalmente desgarrada cuando pocos minutos después llegaron dos tantos más casi consecutivos. Primero Pedro Ríos y más tarde Selu se mostraron inferiores a su par, que ya no con calidad, sino con fuerza, potencia y voluntad fueron capaces de superar a los xerecistas. Pedro López entró por su carril aplastando a Ríos y cedió a Llorente que esperaba solo en el segundo palo. El espigado ariete logró el segundo de la tarde a pesar de golpear mal un balón que entró casi paseando en la portería de un escultórico Tete.
No se habían superado los cinco minutos desde el tanto, cuando los vallisoletanos aprovecharon el desconcierto y la ausencia de Mendoza -que se recuperaba de un tremendo balonazo- para incrementar la ventaja en el marcador. Álvaro tiró de pundonor para imponerse a Selu y batir a Tete. Ni la altura ni el peso del puertorrealeño fueron suficientes para ganarle la posición a un López que compensó su falta de kilos con mucha fe.
Mentalmente destrozado
El boxeador de calzón azulino estaba noqueado. Ni siquiera era consciente de por donde la llegaban los golpes, a cuatro patas y tirado en el suelo. El Valladolid veía un saco, un fiambre colgado que sólo era capaz de encajar golpes. Sin un cerebro, unos brazos o unas piernas que pudieran posibilitar algún tipo de reacción.
Alcaraz buscó la reacción en el descanso con un doble cambio. Colorado y Camuñas saltaban al terreno de juego porque Álex Fernández y Rosado se quedaban en la caseta. La electricidad de Camuñas y la frescura de Colorado surgían en arreones puntuales. Pero el argumento continuaba siendo el mismo que en la primera parte. Los del José Zorrilla, conscientes del enfermo que tenían delante, no querían dejar pasar la oportunidad de prolongar el sueño de sus aficionados. Y es que la ilusión por ascender de los vallisoletanos se cimentaba en un equipo que creaba constantemente ocasiones de gol, que llegaban con paredes a la zona de peligro, estaba lanzado y aplastando a un Xerez muerto.
A falta de un cuarto de hora, el conjunto jerezano intentó meter una marcha más , pero por más que pisaba el acelerador no era capaz de avanzar. Camuñas intentó tirar del carro pero, pero el media punta madrileño estaba un punto por encima de sus compañeros. Durante muchos minutos parecía ser el único que veía la jugada. Sus compañeros sólo rezaban por que le saliera una de sus filigranas pues cuando tenían que recibir el pase no acompañaban la jugada.
Los de casa tampoco querían continuar con la carnicería y dejaron de hacer sangre . Mucha culpa de ello tuvo Tete. Impresionante. El meta azulino es demasiado atrevido a la hora de salir bajo palos, pero sigue demostrando que es capaz de detener lo imparable. Sin duda el mejor. Tras el Camuñas, que nuevamente salió del banquillo. Algo difícil de entender viendo lo que es capaz de hacer con el cuero. Lo intentó hasta logra un golito que apenas valía para maquillar nada. La imagen del equipo estaba demasiado demacrada.