Cartas

Fuentes y Buenafuente

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Dos cómicos y humoristas con una gran aceptación por los televidentes y con un reconocido y seguramente merecido prestigio en el mundo de la televisión. Sin embargo, estos elogios se pueden ver turbados por el énfasis de estos profesionales a la hora de acumular la mayor audiencia posible en sus respectivas franjas horarias, haciendo parodias y chistes sobre el fin de la violencia de ETA. Este nuevo comunicado de la banda terrorista -en mi opinión-, no es para nada de fiar, no siendo recomendable que en programas televisivos tan relevantes como los que llevan a cabo estas dos personas se haga humor, por así decirlo, sobre este asunto.

Supone claramente una falta de respeto a las numerosas víctimas de la banda terrorista, así como a sus familiares, que estos profesionales del humor salgan encapuchados o que elaboren uno de sus monólogos tratando del tema con el fin de hacer reír a toda su audiencia. Poniéndonos extremistas se podría considerar incluso, como una provocación. Creo que uno de los principios que rige en la televisión de hoy día es el de todo por la audiencia, no importando el asunto del que se trate y lo que es más relevante, la forma de tratarlo, que en mi opinión no es para nada acertada la llevada a cabo por estos señores.

Si embargo, toda la culpa no debe recaer en estos profesionales que simplemente realizan su trabajo, un trabajo en el que -por cierto-, son ellos sus propios directores. También tiene mucho que ver la audiencia, la cual no tiene reparo en observar estas parodias que presumiblemente deben hacerte reír tratándose de estos humoristas y por último el olvido, el olvido irremediable de todas las atrocidades cometidas por la banda, digo irremediable, ya que la vida sigue y no podemos vivir con ello permanentemente, pero de ahí a permitirnos unas risas cuando se trata de un tema tan importante como es el fin de la violencia... ya es una cuestión de moral, claro está.

Juan Ramón Jiménez Reyes. Chiclana.