ENTREVISTA
«La vuelta al mundo en moto me transformó en una persona solidaria»
La comunicadora y periodista, Alicia Sornosa, visita Cádiz para «aprender y para transmitir a los jóvenes que se atrevan a soñar y a emprender sus propias aventuras»
Alicia Sornosa tiene el espíritu de un personaje de cualquier novela de aventuras del siglo XIX. El impulso que la llevó a dejar una vida cómoda, aferrada a un país como el nuestro, en el que tenemos el lujo de disfrutar de lo imprescindible y de mucho más, para lanzarse a recorrer el mundo en moto avala esta afirmación. Sornosa fue la primera mujer en realizar esta proeza de España. El viaje comenzó en 2011 y finalizó ya entrado 2013.
Una mujer, además poco corpulenta y encima con una enorme y dulce sonrisa hace que el personaje sea aún más original. Por desgracia y a pesar de que ya estamos en pleno siglo XXI, estas características externas, superficiales siguen sorprendiendo por poco usuales, por romper estereotipos. Ella le saca partido incluso a este machismo que nos acompaña en todas las facetas de nuestras vidas.
Para explicar sus vivencias, Alicia Sornosa ofrece una conferencia dentro del ciclo de encuentros 'Hablamos de Cádiz con…', organizado por el Consejo Social de la Universidad de Cádiz en colaboración con la Confederación de Empresarios y la Asociación de la Prensa de Cádiz.
-¿Cómo surge este impulso suyo de recorrer el mundo en moto?
-A los catorce años ya tenía el carné de ciclomotor. Estaba loca por escapar de una familia con cinco hermanos y ahí comenzó mi afición por las motos. Pero realmente todo empezó en un viaje en el que acompañaba a otra persona como periodista. Él iba a realizar la expedición y mi papel era documentar el viaje con fotos, vídeos y artículos. Pero a mitad del trayecto decidí seguir sola y desde la India embarqué mi moto hasta Australia para continuar mi propio viaje. Y ya no he parado.
-Pero durante aquella vuelta al mundo algo transformó sus objetivos. ¿Qué ocurrió?
-Ocurrió que me fui dando cuenta de que podía ayudar a la gente de los sitios por donde pasaba. Todo comenzó tras una parada técnica en Nueva York y España, para recaudar fondos. Cuando volví a bajar por México me pidieron que contara mis experiencias a unos niños en un hospital oncológico para que se evadieran un poco de su situación. La sorpresa fue que los padres fueron los que más agradecieron la visita porque habían dejado de sufrir por un buen rato. Se evadieron de verdad y esto me cambió la percepción de mis viajes. Poco después me pidieron en Perú que les donase un casco para un proyecto de desarrollo. A partir de ahí comencé a colaborar con cualquier ONG que trabaje para desarrollar la zona en cuestión, no que les ofrezca los tomates, sino que les enseñe a plantarlos. El agua, que llegue el agua a todos los que la necesitan es algo que me preocupa mucho.
-Recientemente ha publicado una novela titulada '360 grados: una mujer, una moto, un mundo'. ¿Cómo ha sido esta experiencia?
-Estoy muy contenta por cómo está funcionando esta novela. La publicamos en febrero y ya vamos por la segunda edición y espero que siga funcionando. Es una parte más de mi trabajo como periodista y comunicadora. También envío reportajes sobre ecología y medio ambienta a publicaciones especializadas. En fin, hago muchas cosas para conseguir que éste sea además mi medio de vida. Mi profesión me ha servido para poder seguir viajando a la vez que trabajo.
-¿Qué espera de Cádiz; despertar conciencias o recaudar fondos para el próximo viaje?
-Vengo a aprender, sobre todo, de la gente joven. Y espero abrirles una ventana hacia el futuro. Transmitir a los jóvenes gaditanos que todo lo que se atrevan a soñar pueden conseguirlo. Que valoren su tierra, que es mucho más rica de lo que pueda parecer en historia, cultura y vivencias. De aquí salieron grandes expediciones que marcaron la historia mundial. Que potencien este lugar y que arriesguen en sus vidas.