El voto americano pasa por Cádiz
Los estadounidenses de la provincia han vivido con expectación la campaña y ahora asisten con preocupación al resultado electoral
La comunidad norteamericana reconoce que Hillary Clinton representa la continuidad del sistema mientras que Trump aglutina el descontento social
Nunca dos candidatos a la presidencia de Estados Unidos habían suscitado tanta división en el seno de la sociedad norteamericana como el republicano Donald Trump y la candidata demócrata, Hillary Clinton. Ambos encarnan dos visiones muy distintas del sueño americano (The American Dream) . El magnate de pelo rubio y tupé imposible ha logrado agrupar entre sus filas de seguidores a los ciudadanos descontentos con un sistema político que lleva años sin alumbrar el futuro. Su legión de incondicionales quiere romper y provocar un cambio revolucionario en todos los sentidos. Por su parte, en el lado demócrata, Hillary Clinton , trata de mantener a toda costa el equilibrio de un país que es el centro del mundo. Ofrece para ello mesura frente a Trump y, sobre todo, estabilidad. Las elecciones de Estados Unidos nos afectan a todos y de su resultado depende inexorablemente el orden mundial. La comunidad norteamericana en la provincia, con una población que supera las 4.000 personas, ha vivido con expectación el proceso electoral de su país y asiste ahora desde la distancia a un resultado que puede cambiar el destino de sus vidas y también el de las nuestras.
La visión de Trump en el exterior es muy distinta a la que se percibe de puertas para dentro. El excéntrico magnate del ladrillo ha logrado cautivar a un amplio sector de la sociedad norteamericana con un lenguaje políticamente incorrecto. En Rota , donde se encuentra la Base Naval conjunta entre España y Estados Unidos. las elecciones se viven con inquietud y preocupación.
Más de 3.000 norteamericanos siguen en la Base de Rota el desenlace electoral- A.Vázquez La radiografía del país empezó a cambiar de color político en 2014. El azul es el símbolo del partido demócrata, junto con la figura del burro, mientras que el rojo y el elefante identifican a los republicanos. Roger D. Fleming destaca que el color rojo, según las últimas encuestas, se ha extendido por los 50 estados hasta pisar los talones a los demócratas. La evolución del voto en estados tradicionalmente demócratas como Nueva York, California o Florida pueden inclinar esta noche la balanza.
La candidata demócrata encarna la estabilidad frente a la revolución que plantea el magnate del ladrilloPero este empresario va más allá de lo puramente anecdótico ocurrido con la figura de Trump, que logró alzarse como candidato republicano en las primarias del partido frente a 16 aspirantes. Señala que Hillary Clinton no tuvo ese problema a la hora de ganarse el liderazgo, ya que tuvo que fajarse en las primarias de su partido ante un único rival, el senador Bernie Sanders.
La carrera electoral de Trump, a juicio de Roger D. Fleming, ha estado torpedeada por el propio sistema político. Hasta miembros de su partido han intentado apearlo de la carrera, algo que lo ha hecho más fuerte aún. El discurso del magnate puede parecer beligerante y políticamente incorrecto pero, según Roger, es lo que demanda Estados Unidos, «es decir, Trump no está en contra de la inmigración sino que apuesta por una inmigración reglada y regularizada». Su lenguaje es directo y claro.
En materia económica, el candidato republicano se ha mostrado a favor de implantar un impuesto a México y Canadá. Roger explica que existe un pacto con ambos países mediante el cual ambos pueden exportar a Estados Unidos sin ningún tipo de aranceles, mientras que Estados Unidos paga por todos las mercancías que coloca en México y Canadá. La situación económica internacional ha cambiado y, a juicio de Roger, toca revisar este tipo de acuerdos. Es el mismo planteamiento que hace sobre la seguridad internacional. Hasta ahora, Estados Unidos protege con sus propios recursos a buena parte del plantea. Lo que sugiere Trump, según explica Roger, es que la protección internacional debe ser sufragada por todos tanto con dinero como con efectivos. Este argumento del candidato republicano forma parte de un debate internacional más amplio, que puede suscitar controversias y recelos en Europa si, finalmente, sale elegido presidente.
Unos y otros saben que el resultado está reñido y no hay nada decidido.