Cádiz
Virgen Vulnerata: la talla gaditana, saqueada por los ingleses, que es venerada en Valladolid
Sustraída de la Catedral de Santa Cruz en la toma de Cádiz de 1596, la imagen, seguramente bajo la advocación de la Virgen del Rosario, fue escarnecida y mutilada en la plaza del Mercado
Rescatada por la condesa de Santa Gadea, es custodiada y adorada desde 1600, en acto de reparación, por los seminaristas del Colegio Inglés de Valladolid
El de Mágico González no es el único puente que une a las ciudades de Cádiz y Valladolid. Hay otra figura, idolatrada en Pucela tanto o más que el futbolista salvadoreño pero casi desconocida en La Tacita, que liga a ambas capitales españolas: se trata de la Virgen Vulnerata . A los dos se les asocian milagros.
La historia de cómo esta talla gaditana, a la que se le atribuye la advocación de la Virgen del Rosario , terminó en Valladolid, con el nombre de Vulnerata, es apasionante mas sorprendentemente desconocida u olvidada por el grueso de la población de aquí.
Situémonos en las Guerras de Religión entre el Reino de España y el de Inglaterra (1585-1604) : protestantes contra católicos e Isabel I rivalizando con Felipe II . Una de los episodios más sonados de este conflicto bélico fue el conocido como la Toma de Cádiz (30 de junio de 1596) : en el que tropas inglesas, con ayuda de las holandesas, asaltaron la ciudad con saqueos, desmanes y represalias.
Un grupo de invasores tomó una imagen de una Virgen sentada con un Niño Jesús en brazos de la entonces Catedral de Santa Cruz con el objetivo de destruirla por considerarla una manifestación iconoclasta según el dogma del protestantismo.
Le arrancaron el cetro y la corona y se la llevaron hasta la plaza del Mercado para profanarla públicamente. Juan de Villafañe , en su obra ‘Compendio Histórico…’ (1726) detalla lo que allí sucedió:
«Adoráronla fingidamente con escarnio y vilipendio, y sacaron luego las espadas y probaron sus filos en tan sagrado simulacro, dando a la imagen muchas cuchilladas, con que la dividieron y separaron los brazos hasta los codos, afeando también la hermosura de su rostro con siete heridas, y no perdonando tampoco [en] su loco y sacrílego atrevimiento al bello Niño que tenía en sus sagrados brazos la Madre; le hirieron también y ultrajaron separándole y arrancándole de ellos».
De Cádiz a Valladolid pasando por Madrid
En 2009, y desafortunadamente sin contar con la repercusión merecida, se presentó en Cádiz el libro del historiador pucelano Javier Burrieza, ‘Virgen de los Ingleses: Entre Cádiz y Valladolid’ , del que participaron el Ayuntamiento gaditano y el pucelano. En este se cuenta con detalle la historia de la Vulnerata y su contexto.
Respecto al origen invocatorio de esta talla, Burrieza comenta que «algunos autores dicen que era la Virgen del Rosario y que era alumbrada por la llamada cofradía de los morenos, antiguos esclavos o herederos de libertos», pero que «según otros, se trataba de una Virgen de la Victoria que se hallaba en la primitiva Catedral gaditana , el templo de Santa Cruz». Lo que es seguro es que se trata de una imagen vinculada a la escuela escultórica sevillana del siglo XVI.
‒¿Y cómo salió de Cádiz?
El historiador castellano habla de que, tras el ataque extranjero, la imagen «quedó abandonada» y «fue rescatada y cobijada en su casa de Madrid por Luisa de Padilla , esposa y prima del Adelantado de Castilla, Martín de Padilla ».
‒Sí, ¿pero cómo y cuándo llega a Valladolid?
«Los seminaristas de San Albano de Valladolid —establecidos en esta ciudad desde 1589 para la formación de sacerdotes católicos ingleses— tuvieron noticia de las acciones que sus compatriotas habían perpetrado en su guerra con España», prosigue Burrieza, «y solicitaron la posibilidad de reparar los daños espirituales ‒[con la reparación física perdería su esencia, como la Catedral de Málaga ]‒ que se habían infringido contra aquella imagen».
«El 8 de septiembre del año 1600 , gracias a la intervención de los jesuitas, la imagen fue transportada en la litera de la reina Margarita de Austria. La multitud se agolpó por las calles.», relata el autor de ‘Virgen de los ingleses’. «Desde esta jornada se iniciaron nueve días de celebraciones litúrgicas y de sermones. En el púlpito de la Catedral, el primer obispo de Valladolid, Bartolomé de la Plaza , la denominó la “Vulnerada o Injuriada” », añade Burrieza dando cuenta del origen de su nombre.
«Una parte de la historia gaditana guardada aquí»
Para un gaditano, al conocer esta historia, hay dos preguntas ‒inútiles pero inevitables‒ que, quizás impulsado por un resorte chovinista, se le vienen a la cabeza. La primera es si se conoce que la imagen procede de Cádiz, por qué no se trae de vuelta a la ciudad . Y luego, es cuestionarse, acaso con un punto de sospecha maliciosa, si la que definitivamente saqueó la talla de la Virgen no fue la señora De Padilla.
Javier Burrieza, pedagógico y conciliador, afirma que «si la imagen no hubiese salido de Cádiz, probablemente no habría historia que contar» y expone «lo bonito que es que parte de la historia gaditana se custodie en Valladolid».
‒¿Y cómo tratáis en Pucela a nuestra paisana?
Nuestro historiador responde en tono académico que «La devoción tuvo dos formas de perdurar entre los vallisoletanos. La primera, a través de los milagros . La otra forma, fue la construcción de un templo digno para albergar esta imagen y dar cabida a la demanda despertada. Este fue consagrado a su culto en 1679».
«En aquel templo ‒continúa‒ se ubicaron ocho grandes lienzos que relatan la historia gaditana y vallisoletana de la Vulnerata , realizados a fines del siglo XVII por el pintor sevillano, Diego Díez Ferreras. Su fiesta movible se ubica en los días previos o posteriores a la solemnidad de la Inmaculada Concepción ».
Por su parte, el columnista de ABC, José Peláez ‒quien nos puso sobre la pista de esta bella historia‒ nos relata la participación procesional, cada Lunes Santo, de esta virgen ‘gadisoletana’: «Es una de las escenas favoritas de toda la Semana: Nuestra Señora de la Vulnerata saliendo del Colegio de los Ingleses a recibir a su hijo, el Cristo del Olvido de la Preciosísima Sangre» .
Asegura que «Es una escena emocionante donde se oye al capataz dando las ordenes en inglés – right, left, right, left –. Pucela ha olvidado a La Vulnerata y es algo que me da pena, pero el que no esté familiarizado con la historia debe saberla».
El Cádiz juega en el José Zorrilla a mitad del próximo mes de septiembre, a apenas diez minutos en coche del campo de fútbol está el Real Colegio de San Albano, en cuyo retablo central de su iglesia se encuentra la Vulnerata. Aunque sean ustedes más de santos laicos como Jorge González, no pierden nada en acercarse a saludar a nuestra paisana. Pídanle aunque sea por el equipo amarillo.