TURISMO
Se venden pisos en Cádiz otra vez
Los pequeños inversores inmobiliarios regresan a la capital y sube la oferta de fincas para uso turístico, especialmente en el centro de la ciudad
Vuelve la inversión inmobiliaria a Cádiz. Tras unos años de bajón, casi de parada técnica, los pequeños inversores regresan a esta rincón del paraíso para confiar a él sus ahorros de toda una vida. Éste es el perfil del inversor que compra pisos en Cádiz, aquel trabajador bien remunerado que ha podido ahorrar algo y lo emplea en pagar la entrada de un piso o finca y seguir pagando una hipoteca cómoda, que en la mayoría de los casos, se sustenta con el alquiler en temporada baja o alta.
Así, las inmobiliarias gaditantas han observado un repunte en la inversión inmobiliaria en los dos últimos años. Concretamente, en un estudio realizado por inmobiliaria Hispania en Cádiz Capital se observa que en el año 2016, la inversión inmobiliaria con fines turísticos aumentó un 25% , respecto al año anterior.
Y en lo que va de año, se apunta a su vez un incremento sobre 2016 que asciende a más del 42% . El dueño de Inmobiliaria Hispania, Ramón Rodríguez , matiza que el crecimiento en la inversión es tan elevado «porque también veníamos de una situación muy precaria, en la que casi había desaparecido dicha inversión casi en su totalidad».
En cuanto al perfil de los inversores que apuestan por Cádiz para depositar su dinero, la distribución sería la siguiente: 20% pequeños inversores locales, 25% pequeños inversores foráneos españoles , 15% foráneos extranjeros, 15% mediana y pequeña empresa local, 20% pequeña y mediana empresa foránea española, 5% mediana empresa extranjera.
Este estudio señala que no hay inversión de grandes empresas , ya sean nacionales o extranjeras. Un gráfico 0% que dibuja el perfil del inversor en Cádiz. Asimismo, se observa claramente que la inversión de particulares y empresas gaditanas es pequeña en relación con el total, predominando las foráneas, ya sean españolas o extranjeras.
Rodríguez apunta que la razón es que aunque « hay grandes empresas que se interesan por Cádiz, no existe producto con el tamaño suficiente para ellos. Por esta razón pienso que lo verdaderamente importante es aprender a convertir la inversión que tenemos en una fuente de beneficio social para los gaditanos».
Y añade que gracias a la actual evolución del turismo y a las nuevas tecnologías, «puede ser una potente herramienta de generación de empleos dignos, de pequeños inversores ‘cuentapropistas’ y de complementos en la renta para familias en muchos casos con exiguas pensiones».
Por barrios
El interés que resurge ahora por Cádiz también va por barrios. Hay zonas donde el atractivo turístico (llamado también ‘presión turística’, según la simpatía que se le tenga a esta industria) es mucho mayor. Es evidente que el Paseo Marítimo siempre se vende antes y mejor . De hecho, el tiempo medio estimado para cerrar una venta en esta zona se establece en una semana . Ya sea al precio que sea.
La novedad es que el casco histórico de Cádiz resurge con fuerza. Esta tendencia ha sido también reflejada en un estudio técnico elaborado por el Ayuntamiento de Cádiz, elaborado por Procasa, el Catastro y el Instituto de Estadística de Andalucía, y presentado semanas atrás.
En él se observa que «la presión turística está en torno al 3%» en la capital, un índice bastante bajo y nada preocupante, si alguien tiene la tentación de incluir a esta pequeña ciudad en el debate sobre un nuevo palabro: ‘gentrificación’. Está descartada, al menos, de momento.
Este estudio municipal concluye que la zona que está despertado mayor interés es el Mentidero (7,34%) y los alrededores del Falla (6,79%) o Candelaria (6,67%). Todas estas zonas duplican con creces la media de interés turístico en Cádiz capital. Y es especialmente alta, el más elevado en la capital, en San Francisco-Mina, alcanzando un 8,56% este índice . Estas preferencias no son nuevas, pero sí el interés más acusado que se observa ahora.
De forma paradójica, y a pesar de que el centro de Cádiz es pequeño, presenta grandes zonas de sombras donde no llegan las políticas de rehabilitación y que tampoco despiertan el interés ni de vecinos ni de inversores. En Los Callejones, por ejemplo, el índice de vivienda deshabitada es muy elevado, con un 23,5%, y tampoco suscita ningún interés en los pequeños inversores turísticos.
Entre las zonas más complicadas para vender, los agentes inmobiliarios destacan Bahía Blanca , por ser un barrio con pisos de grandes dimensiones y elevados de precio. «Hay una parte de la población importante que hizo su primera inversión en vivienda a los que les gustaría cambiarse a otra más grande pero no puede porque el mercado aún no ha despegado lo bastante como para que estas operaciones sean posibles. Pero lo hará, confío en que en poco tiempo esas parejas que quieren volver a invertir podrán hacerlo», apunta un optimista vendedor.
Por otra parte, el propietario de Inmobiliaria Hispania de Cádiz sentencia que «con inteligencia y compromiso social podemos convertir a un importante número de familias gaditanas en buenos anfitriones. Formémosles, concienciémosles, facilitemos su labor. Es la mejor manera de luchar contra una especulación inmobiliaria indeseada».
En cuanto a las administracines implicadas en estos asuntos, la Junta de Andalucía y el propio Ayuntamiento de Cádiz, cabe apuntar que la primera ha dejado bastante abierto el decreto sobre el alquiler de viviendas turísticas, lo que favorece en un primer momento la inversión con este fin. Mientras que el Ayuntamiento está acotando con normativa local las condiciones para que no se desborde la oferta de estas viviendas.
La patronal pide regulación
Todas las patronales españolas están pidiendo desde hace un par de años que la Administración regule los alojamientos turísticos , ante la proliferación de viviendas alquiladas para este uso, y la irrupción de grandes plataformas de gestión que se publicitan en internet. Hasta ahora, caso omiso.
Recientemente, la alianza para la excelencia turística, Exceltur, el principal lobby empresarial del sector pedía en un comunicado que los análisis fuesen rigurosos y ni actores públicos o privados, ni medios de comunicación nos dejásemos arrastrar por palabros facilones como ‘turismofobia’ o ‘gentrificación’.
Y apuntan que la primera « causa de congestión se debe al desbordante, irregular y aún descontrolado crecimiento de la oferta de viviendas turísticas distribuidas por plataformas , que en apenas seis años superan toda la oferta reglada existente en España».
La citada plataforma no considera que el fenómeno de la demanda turística sigue en aumento en todo el mundo y que esta parte del planeta goza de una imagen positiva en el mercado internacional.
