TRIBUNALES
El Vallina, el viejo atracador, condenado a cinco años de cárcel por trapichear con droga en Cádiz
La Audiencia provincial le impone dos penas de prisión tras juzgarlo después de que tras su detención fuera puesto en libertad dos veces en una semana
Cuentan que lo suyo había sido siempre atracar bancos . Ya cumplió varias condenas por ello. Sin embargo, con la edad, contando ya los 69, L. M. Vallinas Mata, ‘El Vallina’, nacido en un pequeño pueblo leonés pero afincado en Cádiz, se tiró a la calle para vender droga. La última vez que había caído fue en 2014 cuando fue detenido en su ciudad natal después de haber atracado una sucursal de Unicaja de la Glorieta de Zona Franca de Cádiz de donde se llevó 6.040 euros. Agentes de la UDEV de la Policía Nacional de la Comisaría Provincial lo identificaron pronto y fueron a por él. Pasó por prisión por aquello pero al volver a la libertad parece que cayó de nuevo en la dependencia y cambió el pasamontañas y la pistola por trapichear con drogopendientes.
Los agentes de la UDYCO lo veían a menudo dedicado a esos nuevos menesteres por algunos barrios de la capital gaditana como el Cerro del Moro, deambulando, buscando clientela. Así en 2019 lo detuvieron hasta en tres ocasiones en pocas semanas. No fue hasta esa tercera vez que le pillaron vendiendo ‘rebujo’ que no entró en prisión provisional.
Y, tras aquello, la justicia ha vuelto a llamar a su puerta. La Audiencia de Cádiz le ha condenado en dos recientes sentencias a cinco años de cárcel sumando ambas. Tres años y medio en una y otro año y medio más en otro fallo cuya pena privativa de libertad tendrá que cumplir debido a su insistente reincidencia. No le queda ya otra.
Según recoge la sentencia facilitada a este periódico por el Tribunal Superior de Justicia de Andalucía (TSJA), a Vallina lo sorprendieron los agentes cuando estaba vendiendo droga en la avenida Juan Carlos I con Santo Tomás.
Los policías, que montaron un dispositivo para seguirle la pista y cogerlo in fraganti, vieron como se le acercaba un toxicómano y le daba un billete de diez euros, entregándole el acusado un envoltorio de plástico de color blanco. Minutos después, se repetía la escena aunque ahora con un individuo que llegaba en bicicleta. Ambas 'papelinas' fueron intervenidas. Vallina fue abordado por los policías y detenido. Cuando se le cacheó se le encontraron 21 envoltorios más. Todos fueron analizados, resultando ser mezcla de cocaína con heroína, lo que se conoce como ‘rebujito’.
Por otro lado, el 26 de abril, policías de la UDYCO se encontraban por la barriada del Cerro del Moro, cuando en la calle Grazalema vieron a dos individuos, ya conocidos por su drogodependencia, en actitud de espera. Al poco apareció Vallina, quien al detectar la presencia policial cambió brucamente de dirección. Sin embargo fue interceptado. Y con droga encima , un envoltorio que arrojó al suelo al verse sorprendido, en cuyo interior se encontraban otras nueve papelinas. Además se le intervinieron 154 euros en billetes fraccionados.
Tras detenerlo y llevarlo a comisaría, se le hizo un nuevo cacheo y se le pillaron otras 23 papelas que Vallina había escondido en su zona genital. También llevaba droga (además de rebujo; marihuana en cogollos y metadona) en sus bolsillos y en el calcetín. «En la fecha de los hechos el acusado tenía sus facultades intelecto volitivas levemente afectadas a consecuencia de su dependencia a la heroína y cocaína», dicta la sentencia.
Sin embargo, este atenuante no le ha valido a Vallinas Mata para que vuelva a ser condenado y tenga que pasar otra vez una temporada en prisión. De nuevo la reincidencia ha sido clave para que se le prive de libertad.
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