Puerto de Cádiz

La valla de seguridad, último escollo para abrir el carril-bici por el muelle

La Junta de Andalucía estudia un nuevo modelo de protección para evitar así el impacto visual que genera la valla metálica

N. Agrafojo

La apertura del carril bici por el interior del muelle de Cádiz tendrá que esperar . El ritmo vertiginoso que se ha impuesto en las obras de la mayoría de los tramos que discurren por toda la ciudad se ha visto reducido en la ejecución del proyecto que pasa por terreno portuario, ya que éste debe ir acorde a los permisos y las normativas que rigen en este suelo. Sin duda, el tramo más complicado que tendrá que afrontar la obra financiada al 75% por la Junta de Andalucía y que además será de vital importancia para el cambio visual que sufrirá la relación puerto-ciudad.

Así lo ha asegurado la presidenta de la Autoridad Portuaria de la Bahía de Cádiz, Teófila Martínez , que ha puesto de relieve que la obra está pendiente de la colocación de una valla diferente a la diseñada en un primer momento. En principio, estos ajustes que se pedían antes del inicio de los trabajos ya han sido acatados por la administración autonómica y el cambio del diseño solicitado por la Autoridad Portuaria ya está en marcha.

Se trata de colocar una valla de seguridad en la zona del carril bici más cercana al mar, ya que la legislación portuaria obliga a contar con un cerramiento hasta que no se produzca el traslado de la terminal de contenedores a su nueva ubicación, en la zona de Astilleros, que está previsto para finales del año 2020. Mientras tanto, el carril quedaría situado entre dos vallas: la verja histórica y la valla de seguridad. Por este motivo, la Autoridad Portuaria se ha empeñado en buscar un diseño que no parezca una jaula para el ciclista y no suponga un impacto visual en un entorno único como el muelle de Cádiz.

Así, y tomando como referencia los modelos que están instalados en otros puertos españoles, la valla será transparante, en lugar de la valla metálica que se iba a instalar, reduciendo de forma importante el impacto visual en la zona.

La verja del muelle

Una vez instalada esta valla, el siguiente paso sería proceder a la apertura de la verja histórica. Tal y como ya anunció la nueva presidenta de la Autoridad Portuaria, Teófila Martínez, este cerramiento histórico no será retranqueado ni derribado . Se mantendrá, aunque con hasta seis accesos desde la Plaza de Sevilla hasta la Estación Marítima. Estas aperturas permitirán a los ciclistas entrar y salir del carril bici a la altura que deseen, sin obligarles a realizar todo el trazado del muelle. En principio, y a la espera de su ejecucuón, la mayoría de estas aperturas coincidirán con los pasos de peatones que discurren por toda la Avenida del Puerto.

Eso sí, lo que aún no se han dado a conocer son las fechas y los plazos que maneja la Junta de Andalucía para su puesta en marcha. No obstante, la administración sigue con la ejecución de su plan por el casco histórico . El pasado lunes empezaban a acometerse los trabajos de señalización previos al inicio del tramo que discurrirá por la Alameda. Concretamente se trata del trazado que discurre por la Alameda Apodaca, entre la calle Santiago Terry y la calle Bendición de Dios.

La ejecución de esta fase de obra tiene una duración estimada de dos meses y está siendo realizada por la empresa Construcciones San José S.A., siendo su promotor la Consejería de Fomento, Infraestructuras y Ordenación del Territorio de la Junta de Andalucía. Con este tramo, se daría casi concluido todo el trazado del casco histórico de la ciudad, a la espera del entorno de la playa de La Caleta, cuya actuación se iba a retrasar al final del verano ante la gran afluencia turística que tiene la zona en esta época.

En lo que respecta a Puertatierra, las obras ya están prácticamente terminadas desde antes del inicio del verano. De este modo, Cádiz comienza ya a ver hecho realidad sus 21 kilkómetros de carril bici.

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