EDUCACIÓN
Todas las familias del centro de Cádiz obtienen plaza en el colegio solicitado
El descenso de la natalidad alivia la presión en los centros concertados más demandados pero no en los públicos
Aún no ha finalizado el proceso de escolarización para el curso 2016/2017 pero ya hay datos sobre las solicitudes que ha registrado cada centro. Las plazas y las demandas de las familias están publicadas en los tablones de anuncios de cada centro y de éstos se pueden extraer ya varias conclusiones.
La primera y más llamativa es que todas las familias que viven en el casco histórico de la capital gaditana han encontrado plaza en el colegio que habían demandado como primera opción. Un lujo que no está al alcance de todos los ciudadanos. En el caso de San Felipe, por ejemplo, han cuadrado la oferta y la demanda, con 25 solicitudes para otras tantas plazas .
En los demás han sobrado pupitres, a pesar de que son centros pequeños de una sola clase por curso, excepto el Carlos III que oferta dos líneas (y cuenta con 29 solicitudes). Es el caso del Josefina Pascual, donde se han registrado 10 solicitudes para sus 25 pupitres; o del Campo del Sur con 9 para otra línea; José Celestino Mutis, con 12; San Rafael, 17; Santa Teresa, 6.
Entre los concertados con más demanda en el centro de Cádiz se encuentran el colegio de Las Carmelitas, con 52 solicitudes, algo que contrasta con la caída de la demanda en otros concertados como La Salle Mirnadilla, que sólo ha registrado 15 solicitudes o el conocido colegio de La Palma, el María Milagrosa, que sólo ha conseguido 15 solicitudes, tras el anuncio de su cambio de titularidad.
En Extramuros se complica la ley de la oferta y la demanda educativa. El centro público más demandado ha sido el Reyes Católicos, con 61 solicitudes registradas para 50 vacantes segudio del Carola Ribed, con 29 solicitudes para su única línea. Otros no han corrido la misma suerte, como el centro público La Inmaculada, casi en Cortadura, ha registrado 34 solicitudes para sus dos líneas y el Profesor Tierno Galván, sólo 30 solicitudes.
Y es que más allá de las Puertas de Tierra siguen triunfando los concertados. Hay muchos y siguen siendo demandados, aunque cada vez con menor insistencia. El que más, como es habitual el colegio San Felipe Neri, con 84 solicitudes para 75 plazas; Amor de Dios, con 74;en el colegio de los salesianos, CDP San Ignacio, se han registrado 60 solicitudes para dos líneas; María Auxiliadora, con 52 solicitudes; pero ya en las Esclavas, San José, con 43 solicitudes quedan siete pupitres libres.
Uno de los concertados con menor demanda ha sido San Francisco de Asis, con 28 solicitudes para sus 50 plazas. Sus pupitres serán ocupados con gran probabilidad por las familias que pusieron como primera opción el Reyes Católicos y San Felipe Neri.
Argantonio, el único centro concertado laico de la capital cuenta con 36 solicitudes para sus dos líneas. Un caso aparte es el de la Institución Provincial Gaditana, con sólo tres solicitudes, que arrastra una complicada situación desde hace años que llevó incluso a plantearse la continuidad del único centro cuya gestión depende de la Diputación Provicial.
En la Barriada y Cerro del Moro se encuentran los centros públicos más desfavorecidos por la demanda a pesar de ofrecer ya sólo un línea:el Adolfo Castro, con seis solicitudes;Andalucía, otras seis y Gadir, ocho solicitudes, que ha registrado un importante avance relativo, ya que en el curso anterior sólo recogió dos solicitudes. El colegio Fermín Salvochea de Loreto cuenta, con 16 solicitudes y el concertado Ntra. Sra. de Lourdes en Puntales, 21.
El Gadir lucha contra concertados y mareas
Entre todos los colegios públicos que realizan una labor impagable por mantener una educación de gran calidad y universal, para todos los alumnos, independientemente de sus necesidades especiales o no, destaca el CEIP Gadir.
Su directora María de los Ángeles Lérida es defensora a ultranza de la escuela pública, tiene argumentos y le pone todo el esfuerzo de una profesora con diltada experiencia convencida de que un centro con el «gran equipo educativo, las instalaciones deportivas y la calidad de su comedor (de los pocos que mantienen la cocina propia)» no puede acabar cerrando sus puertas.
De hecho, en los últimos años, el claustro ha realizado un esfuerzo titánico por mostrar a la población las actividades que desarrollan de puertas para adentro. Tienen en contra la escasa población infantil de la zona, además del hecho de que por un lado casi tocan el agua de la Bahía y por el otro están rodeados de concertados, mucho más demando por las familias que buscan distinguirse socialmente.
Para el próximo curso han conseguido reunir ocho solicitudes para su clase de 25, que pueden parecer pocas, pero son muchas más que las dos que lograron en el proceso de escolarización anterior. «No es comparable el esfuerzo que hacemos con las solicitudes que recibimos. Pero es lo que nos ha tocado, defender la supervivencia de la Escuela Pública», concluye Lérida.
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