MUNICIPAL
La tensión social obliga al alcalde a expulsar al que interrumpa o insulte en los plenos
Insta a los vecinos a que sólo intervengan en los turnos establecidos para los ciudadanos y dice que «hay que dar ejemplo»
La tensión ciudadana va creciendo por días y ha obligado al alcalde de la ciudad, José María González Santos , a modificar su política aperturista para poder garantizar el funcionamiento de las sesiones plenarias. El pasado viernes, la explosión de varios ciudadanos que se encontraban en el público del Salón de Plenos hizo que el alcalde tuviera que suspender la sesión durante algo más de una hora. Varias personas del público estaban interrumpiendo e incluso insultando constantemente a los concejales en sus intervenciones, haciendo insostenible un Pleno que se prolongó hasta pasadas las diez y media de la noche.
Curiosamente lo ocurrido en esta última sesión venía precedido por una entrevista que el regidor concedió a la periodista Ana Pastor para el programa El Objetivo de La Sexta en el que se enorgullecía de que ya no había desalojos en el Ayuntamiento. Eso ha servido como mofa de algunos ciudadanos que se han atrevido a editar un vídeo con la declaraciones del alcalde en la cadena nacional y las imágenes del último Pleno recogidas por Onda Cádiz.
Durante esta última sesión, el alcalde tomó la palabra y hasta dio la razón por un momento a la ex alcaldesa de la ciudad, Teófila Martínez , alegando que «no podemos permitir la falta de respeto y los insultos en los Plenos». Instó al resto de los grupos representados en la Corporación municipal a «hacer propósito de enmienda y, primero, que no nos faltemos al respeto entre nosotros».
El primer edil gaditano añadió que, a partir de ahora, «no podemos permitir que desde el público se exprese ningún tipo de pensamiento, motivación o insulto a no ser que sea en el turno de intervención ciudadana». De lo contrario, « me vería obligado a expulsar a algún vecino y no me gustaría, la verdad. Y que conste que hoy lo estoy advirtiendo pero no me gustaría».
González Santos insistió en que «podeis desplegar todas las pancartas que querais pero hay que estar en silencio y dar ejemplo en esta ciudad».
A partir de ahí, las intervenciones de los ciudadanos fueron continuas y no dejaban hablar ni al propio alcalde, que estaba en el uso de la palabra en esos momentos. Ante esta tensa situación, volvió a advertir al público que se vería obligado a decirle a la Policía Local que los desalojara del Salón de Plenos, pero fue inútil. Uno de los vecinos presentes gritó «no tengo ni casa» y continuó diciendo ante los avisos del alcalde que «nos va a tener usted que expulsar». Fue entonces cuando se produjo la explosión del público, motivando la suspensión temporal del Pleno ya que uno de ellos se negaba a ser desalojado.
El alcalde rogó varias veces que se diera ejemplo y mantuvieran silencio pero los gritos continuaban. «Nos está echando del salón de Plenos a los que más estamos luchando» , señaló uno de los vecinos. Kichi aseguró que «estoy echando al que no respeta la Ley y las normas. La Polícia tiene que desalojar a los que están hablando porque ahora mismo el que está en el uso de la palabra soy yo. Así que ahora no la tiene nadie más». Añadió que «tenemos que seguir con el punto del orden del día y tengo que garantizar el debate».
Pero la trifulca acabó con la suspensión del Pleno durante una hora precisamente durante el debate de la propuesta del Partido Popular en la que se pedía al alcalde que pidiera disculpas por sus declaraciones acerca de Arnaldo Otegi , en las que señaló que «no está claro que el señor Otegi matase a nadie».
Finalmente, el alcalde condenó a la banda terrorista ETA aunque eludió pronunciarse de nuevo acerca de Otegi. El PP se dio por satisfecho y retiró la propuesta.
A partir de ahora, las intervenciones ciudadanas serán -como venía siendo habitual- al final del Pleno, una vez levantada la sesión. En concreto, hay un límite de siete intervenciones, medida que se puso en marcha con el anterior equipo de gobierno ante las largas sesiones de los Plenos municipales.